Un pozo de agua para la comunidad Onwi, Ghana

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Hace ahora tres años, en esta pequeña comunidad de Ghana, el único pozo de agua que había quedó inutilizado. Sus habitantes se abastecen ahora del agua que circula por un riachuelo. Pero las diarreas acechan, especialmente a los niños/as menores de cinco años.

Hace ahora 23 años, la Asamblea General de Naciones Unidas estableció el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua. Un elemento esencial para la vida y el desarrollo, que tiene un impacto positivo en la vida de millones de personas. Incide en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, la salud humana y el medioambiente, pero no todos/as tenemos acceso en cantidad y calidad.

En Onwi, una de las 113 comunidades del Distrito ghanés de Upper Denkyra East, en el que Anesvad trabaja, el único pozo que había, quedó inutilizado hace tres años. Desde entonces, los 850 habitantes de esta comunidad eminentemente rural que conecta con la capital a través de una pista de tierra roja que se hace intransitable en época de lluvias, se abastece del agua que circula por un pequeño riachuelo, para beber, lavarse o cocinar. Como consecuencia de esta carencia de agua potable, solo en 2015 se dieron 253 diarreas agudas. Además también hubo 96 infecciones por hongos y muchas otras afecciones cutáneas. Afectó principalmente a niños/as menores de cinco años y provocó la muerte de uno de ellos, a causa de una diarrea severa. Onwi no tiene colegio, ni centro de centro de salud. No dispone tampoco de corriente eléctrica. Representa a muchas comunidades o zonas rurales del mundo en la que a pesar de los progresos globales, los avances en materia de agua y saneamiento, aún no han llegado, marcando esta diferencia, una fatal discriminación.

El agua, la higiene y el saneamiento en Ghana

En Onwi, Anesvad trabaja en la construcción de ese pozo de agua que quedó inutilizado hace tres años. Con ello, se espera reducir la incidencia de enfermedades diarreicas y las afecciones cutáneas, principalmente entre niños/as y mujeres embarazadas. Simultáneamente, además del acceso al agua potable, la ONG promueve un proyecto que pretende mejorar el acceso a servicios de salud de calidad de personas que se ven afectadas por la úlcera de Buruli (UB) y otras Enfermedades Tropicales Desatendidas, muchas de ellas asociadas al medio hídrico, en 30 comunidades del Distrito Upper Denkyra East. El agua, la higiene y el saneamiento son fundamentales para el tratamiento de la UB. Aunque se desconoce el origen de la enfermedad, la UB está asociada a aguas sucias y estancadas. El agua limpia es además fundamental para la prevención de la infección y la gestión de los cuidados y las discapacidades. Constituye una determinante social de la salud.

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Nagore Eskisabel
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