La mujer en el desarrollo

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¿Cómo es la mujer en el desarrollo? Matrimonios precoces. Poligamia. Embarazos no deseados. Ausencia de acceso a la educación. Violencia física y psicológica. Trabajos precarios. Sin embargo, sustento de la familia. El peso que se le otorga a la mujer en los países en vías de desarrollo crece por el impulso que su papel supone para las economías, el bienestar social y el crecimiento.

El trabajo por la igualdad de género debe ser prorizado. No solo porque es una cuestión de derechos humanos sino, en definitiva, por los beneficios socioeconómicos que conlleva.

La discriminación contra la mujer viola la igualdad de derechos y el respeto a la dignidad humana. Impide, además, su acceso en las mismas condiciones que los hombres a la vida política, social, económica y cultural. Su incorporación en condiciones de igual a igual al hombre favorecería su propio desarrollo e indirectamente incidiría en el progreso de la sociedad.

Anesvad impulsa a la mujer en el desarrollo

Anesvad trabaja para reforzar el papel de las personas más empobrecidas y vulnerables entre las que se encuentran las mujeres. Nuestro acercamiento integral del Derecho a la Salud nos permite trabajar de cerca problemáticas que les afectan, preocupan y les impiden avanzar. Como los Derechos Sexuales y Reproductivos o la Salud Materno Infantil. Además de eso, en la identificación de nuestros proyectos incluimos una perspectiva de género que les hace partícipes en la identificación de sus necesidades y en la búsqueda de soluciones.

En el último informe ejecutivo de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el empoderamiento de las mujeres, ONU Mujeres, se analiza la situación de las mujeres con especial hincapié en las tres zonas en las que trabaja Anesvad.

En África la mayoría de las mujeres trabajan en empleos precarios y con sueldos bajos y disfrutan de pocas oportunidades de promoción. Cada vez se celebran más elecciones democráticas en el continente, y en la actualidad se registra un récord en cuanto al número de escaños parlamentarios ocupados por mujeres.

Los países de América Latina y el Caribe han asumido importantes compromisos en lo que se refiere a los derechos de la mujer. Tras muchos años de trabajo en favor de los movimientos de mujeres, varios países decidieron actuar para promover la igualdad de género a través de la modificación de sus constituciones, la creación de ministerios o institutos de asuntos de la mujer, la reforma de sus códigos civiles, la tipificación de la violencia de género como delito y el establecimiento de cuotas de género para los cargos políticos. Aún con todo, surgen nuevas formas de violencia contra las mujeres y el feminicidio es cada vez más habitual.

En la región de Asia y el Pacífico se encuentran algunas de las economías más poderosas del mundo, pero también dos tercios de los habitantes más pobres del planeta. Numerosos países han asumido compromisos formales en materia de igualdad de género, pero el cumplimiento de estos compromisos como la escasez de recursos hasta los trastornos provocados por los desastres naturales.

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Miren Hualde Amunarriz
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