Existen las enfermedades desatendidas. Son afecciones desconocidas, muchas de ellas alejadas de los intereses de la industria farmacéutica y cuya cobertura sanitaria escasea. El esquema es sencillo, en muchos casos no son de interés general por el hecho de persistir allí donde hay pobreza.
Son enfermedades que se ven postergadas en las prioridades de salud pública en muchos países porque los afectados carecen totalmente de influencia política. La inexistencia de estadísticas fiables ha dificultado los esfuerzos por sacarlas de la sombra.
En la Fundación Anesvad sabemos bien lo que cuesta sacar a la luz estas enfermedades y el trabajo ingente que hay que realizar para que las autoridades sanitarias tanto locales como internacionales se impliquen en su erradicación.
Entre estos casos, nosotros/as damos batalla a la úlcera de Buruli, la lepra (enfermedad de Hansen), el mal de Chagas, el dengue o la leishmaniasis. Cuando hablamos de estas y otras enfermedades estamos hablando de cerca de 1000 millones de personas afectadas y, en particular, de las poblaciones pobres residentes en zonas de clima tropical y subtropical.
Enfermedades Desatendidas: la realidad en países de renta baja
Habitualmente se agrupan varias de estas afecciones en una misma región geográfica, y los pacientes están afectados/as por más de una. Más del 70% de los países y territorios perjudicados por estas enfermedades tienen economías de ingresos bajos o medios-bajos.
En muchos casos, en los lugares donde trabajamos, estas infecciones se asocian a la insalubridad del agua, la higiene o el saneamiento ambiental. Sabemos que los niños/as son los más vulnerables a estas afecciones que cada año matan o causan incapacidad permanente a millones de personas, produciendo a menudo dolor físico y estigmatización social de por vida.
Hoy queremos recordar a todas las personas que junto a nosotros/as trabajan sobre el terreno para visibilizar la gravedad de estas enfermedades, prevenirlas, ayudar en la detección precoz o concienciar a las autoridades públicas. Un trabajo que va desde El Salvador pasando por Benín y llegando a la India. Gracias por vuestra labor.
