La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) cumple 75 años. Una norma común de comportamiento para todos los pueblos y todas las naciones.
Hoy, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, la Declaración Universal cumple 75 años. Unas bodas de titanio de un proyecto global para las leyes y políticas internacionales, nacionales y locales y un fundamento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Redactada por representantes de todas las regiones del mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales, la DUDH es un conjunto de derechos universales, indivisibles e inalienables, que reconocen la misma dignidad y valor de todas las personas. Fue la primera vez que la comunidad internacional se puso de acuerdo en un conjunto de valores comunes y reconoció que los derechos son inherentes a cada ser humano y no los concede el Estado. Desde el derecho a la educación hasta la igualdad de remuneración, la DUDH estableció por primera vez los derechos indivisibles e inalienables de toda la humanidad.
La DUDH: muchos avances logrados y otros tanto por conquistar
Sabemos que los derechos humanos son el motor del progreso puesto que ya han demostrado su potencial: las mejoras en los derechos de las mujeres, de los niños y niñas y de los y las jóvenes, de los pueblos indígenas para proteger y mantener su tierra y su cultura, además de la abolición de la pena de muerte en muchos países, supone que todos estos esfuerzos se consolidaron en los derechos humanos.
Sin embargo, los avances no significan que la lucha por los derechos y la igualdad vaya a acabar. En vista de los numerosos retos existentes y la reacción negativa global contra los derechos humanos, la DUDH es más relevante que nunca.
Las violaciones de los derechos repercuten en todas las fronteras y las generaciones. Pueden, y deben, superarse colectivamente. A medida que el mundo se enfrenta a los desafíos de las pandemias nuevas y continuadas, los conflictos, las desigualdades crecientes, la quiebra moral del sistema financiero mundial, el racismo y el cambio climático, los valores y los derechos consagrados en la DUDH sirven de guía para nuestras acciones colectivas que no dejan a nadie atrás.
Y es que los derechos humanos, cuando se aplican, actúan como límites para las políticas y como un plan de acción concreta para el desarrollo, la paz y la seguridad.
En este día, actuemos en nuestra propia vida diaria para defender nuestros derechos y los de las demás personas, para trabajar juntos por un mundo más sostenible, justo y próspero, para esta generación y las venideras.