Esta ETD afecta a los humanos de diversas maneras, dependiendo de la gravedad de la infección y el serotipo del virus. Cada vez más frecuente entre nosotros, conviene conocerla.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos —particularmente el Aedes aegypti y, en menor medida, el Aedes albopictus— de la que cada vez oímos hablar más. En 2022, sin ir más lejos, saltaron las alarmas tras el contagio de una turista francesa en Cataluña; aquel caso produjo alarma por tratarse de una enfermedad muy poco frecuente en nuestro país. La prevención es clave, y debe empezar por aquellos territorios donde este mal se prodiga. Lo cual no es sencillo, dado que el dengue es endémico en más de un centenar de países de América, el sudeste asiático, el Pacífico occidental, el Mediterráneo oriental y África Subsahariana.
¿Cuál es el origen de la enfermedad del dengue?
El dengue es causado por el virus DENV, un miembro del género Flavivirus de la familia Flaviviridae. Existen cuatro serotipos distintos: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4. Cada serotipo puede causar la enfermedad, y la inmunidad a uno no proporciona protección completa contra los otros. Los humanos son el principal reservorio del virus, aunque en algunas regiones, los primates también pueden actuar como reservorios.
Se cree que el virus del dengue se originó en monos en los bosques del sudeste asiático y África, donde los mosquitos transmitían el virus entre estos animales. El virus pudo haber sido transmitido a los humanos hace siglos; de hecho se han documentado brotes de dengue en humanos desde el siglo XVIII. Recientemente se ha expandido de modo significativo debido al aumento del comercio y los viajes internacionales, la urbanización descontrolada y el cambio climático. Su transmisión tiene lugar principalmente en entornos urbanos y semiurbanos.
¿Qué afectación tiene en los seres humanos?
Las grandes epidemias de dengue se han vuelto más frecuentes y graves, afectando a millones de personas cada año. El ciclo es el siguiente: un mosquito hembra pica a una persona infectada y adquiere el virus. El virus se multiplica en el mosquito durante un período de incubación extrínseca de aproximadamente 8-12 días. Finalmente, el mosquito infectado puede transmitir el virus a otras personas a través de picaduras, perpetuando el ciclo de transmisión. La enfermedad puede manifestarse en modo de dengue leve o grave, y en este último caso puede llegar a ser mortal.
Como en otras enfermedades transmitidas por mosquitos, las medidas de control pasan por la reducción de la población de estos mediante la eliminación de criaderos, uso de insecticidas y mosquiteros; a través del uso de repelentes de insectos y ropa protectora para prevenir las picaduras de mosquitos, y de la vacunación (la vacuna Dengvaxia ha sido aprobada en varios países para su uso en áreas endémicas).
Porcentaje de mortalidad por dengue en países africanos
El porcentaje de mortalidad por dengue en países africanos es variable en función de factores diversos, tales como la infraestructura de salud, la disponibilidad de diagnóstico y tratamiento adecuados, y la vigilancia epidemiológica. La precaria infraestructura sanitaria afecta la capacidad de diagnosticar y tratar eficazmente los casos graves de dengue, lo que aumentando potencialmente unas tasas de mortalidad que, dado el conocimiento de datos limitados, no se conoce con exactitud.
Se dispone de datos fiables y recientes de países como Sudán (donde se han observado tasas de mortalidad en torno al 2-5%, dependiendo de la rapidez y efectividad de la respuesta de salud pública), Kenia (que, el brote de dengue en Mombasa en 2017, reportó casos de dengue grave que pudieron ser controladas a través de intervenciones rápidas y efectivas por parte de las autoridades de salud) o Senegal (que ha experimentado brotes recurrentes de dengue, con mortalidad relativamente baja debido a los esfuerzos de control y manejo clínico).
El acceso a atención médica adecuada y oportuna, el diagnóstico y tratamiento efectivos son factores esenciales para reducir la mortalidad por dengue, especialmente en casos graves. Tanto como la educación comunitaria y la concienciación sobre los síntomas de esta ETD y la importancia de buscar atención médica frente a ella. Frente a todas las enfermedades que forman parte de la Sanidad Olvidada.