Las parteras tienen un papel fundamental en la salud materna y los Derechos de las Mujeres. El aumento del acceso de las mujeres a servicios de calidad de partería ha pasado a ser un aspecto central de las medidas adoptadas en todo el mundo para lograr la vigencia del derecho de toda mujer.
El papel vital es para conseguir la mejor atención posible de la salud durante el embarazo y el parto. Ante todo, es necesario evaluar la situación, recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS)
El informe Estado de las Parteras en el Mundo 2011, realizado con el apoyo de 30 asociados, proporciona el primer análisis integral de servicios y cuestiones de partería en los países donde son mayores las necesidades. El informe proporciona información actualizada y datos recopilados en 58 países de todas las regiones del mundo.
Su análisis confirma que el déficit mundial de parteras cualificadas es de unas 350.000 -de ellas, 112.000 en los 38 países más necesitados entre los encuestados- para satisfacer plenamente las necesidades de las mujeres en todo el mundo.
En el informe se consideran diversas cuestiones relativas a la creación de este importante personal de salud. Anesvad es muy consciente de esta problemática en algunos países, por ello tenemos proyectos en marcha para revertir esta situación.
El distrito de Akatsi (Ghana) es un ejemplo de ello. Muchas de estas mujeres no tienen acceso a hospitales, suelen parir en casa o en pequeños centros de salud donde cualquier pequeña complicación puede ser muy peligrosa para sus vidas. Compartir información con estas madres, tal como se hace aquí con otras madres, ha sido fundamental. Tal como me dijeron estas mujeres, ahora se han dado cuenta que morir en el parto no es aceptable.
Durante estos años hemos formado a 100 parteras que asistan a las mamas en todo el tiempo antes, durante y después del parto. Las madres han aprendido a cuidar mejor de sus niños gracias a programas de nutrición, control del peso y cuidados básicos.
Es ahora cuando estamos viendo los primeros resultados: que menos niños y niñas mueren en sus primeros 5 años de vida. Esto es sin duda esperanzador, aunque sabemos que queda mucho por hacer.