Bienestar socio-económico
Arsène Yapo: enfermero del centro de salud de Zoukougbeu, Costa de Marfil
“Nuestros pacientes pasan mucho tiempo aquí y, como comprenderá, terminamos siendo como una familia. A algunos les cuesta irse por los vínculos de familiaridad que se crean, lo que resulta imprescindible para que puedan soportar la enfermedad”
Introducción:
Arsène Yapo es enfermero y responsable del servicio de atención especializado en úlcera de Buruli en el hospital de Zoukougbeu en Costa de Marfil. Aunque es originario del sur del país se trasladó con su familia hasta esta ciudad para trabajar en lo que de verdad le apasiona: la atención a los pacientes más vulnerables.
Fundación Anesvad:
¿Cómo es un día corriente en la vida de un profesional sanitario que se ocupa de la úlcera de Buruli?
Arsène Yapo:
Comenzamos a las 07h45 con una oración, porque aquí se reza. Después nos juntamos en una sala de reuniones para hablar de cómo ha transcurrido la noche y exponer los casos de los pacientes. Todo el equipo recibe asesoramiento del personal de medicina y enfermería. Luego visitamos a todas las personas ingresadas.
Fundación Anesvad:
¿Cómo es la acogida de una persona que sufre úlcera de Buruli en este centro?
Arsène Yapo:
Cuando llega un paciente lo primero que hacemos es comprobar el estado de sus heridas; ése es el punto de partida. Algunas personas llegan en mal estado porque se han aplicado tratamientos tradicionales.
Además, los pacientes a menudo son personas desplazadas, por lo que una vez que se le ha examinado y diagnosticado la enfermedad, se procede a su hospitalización. Abrimos un expediente al paciente, le asignamos una habitación y empezamos con la cura.
Fundación Anesvad:
¿Y cuál es el tratamiento para una persona que sufre esta Enfermedad Tropical Desatendida (ETD)?
Arsène Yapo:
El tratamiento abarca dos componentes: la cura y el protocolo médico. Los medicamentos se administran para curar, para controlar y reducir la infección. Los pacientes vienen con la herida sucia y se les hace una cura a diario con antibióticos. Pero si la herida es demasiado grande hay que preparar toda la zona para practicar un injerto.
Fundación Anesvad:
¿Cómo es la relación que se establece con los pacientes con un trato tan cercano?
Arsène Yapo:
Mi relación con los pacientes diría que tiene un carácter muy social. Prácticamente compartimos nuestro día a día con ellos, porque sus enfermedades son incapacitantes y difíciles de sobrellevar.
Es un caso diferente al de otras patologías en las que los tratamientos duran solo 2 días. Nuestros pacientes pasan mucho tiempo aquí y, como comprenderá, terminamos siendo como una familia. A algunos les cuesta irse por los vínculos de familiaridad que se crean, lo que resulta imprescindible para que puedan soportar la enfermedad.
Fundación Anesvad:
¿Y esas buenas relaciones se conservan una vez finalizada la estancia en el centro?
Arsène Yapo:
Mantenemos un vínculo fuerte con los pacientes, muy buena relación con ellos, incluso fuera del centro, tras su recuperación. He tratado con muchas personas y con algunos de ellas he mantenido el contacto. Como decía, somos como una familia, nos llamamos constantemente. Acuden a las citas y, antes de irse, vienen a verte, algunos incluso con regalos de agradecimiento por todo lo que hemos hecho por ellos.
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