La erradicación de enfermedades y establecimiento de un sistema de salud para toda la población en África Subsahariana requiere múltiples fuerzas. Una de las más importantes y amenazadas es la de los Agentes de Salud. En este artículo son ellos los que hablan de esa necesidad de estar presentes.
El Programa Nacional de Lucha contra la Lepra y la Úlcera de Buruli en Benín se marca como prioridad el diagnóstico de los casos y su tratamiento hasta la completa curación de los pacientes. Pero, dados los recursos de que se disponen, hacen falta más fuerzas. Bien lo sabe el Dr. Delphin Degla, uno de los médicos que lucha sin descanso contra estas enfermedades: “El apoyo de organizaciones como Anesvad es muy importante tanto para el diagnóstico como para el tratamiento, y también para la rehabilitación”.

“Fundación Anesvad nos ha acompañado mucho en nuestros centros de atención, sobre todo en la lucha contra la úlcera de Buruli”, añade. “Es crucial porque hablamos de enfermedades que requieren grandes recursos, y aunque el número de casos no sea muy elevado, un solo paciente de lepra o de úlcera de Buruli cuesta bastante caro. Cuando hablamos de ETD, hay algunas que están volviendo a surgir. Hemos empezado a detectar casos de pian.”.
La importancia de los Agentes de Salud
Frente a todo ello es fundamental la presencia de los Agentes de Salud, que reciben formación en la identificación de casos y, cuando los encuentran, los derivan a centros de referencia. La amenaza de su desaparición por falta de financiación, consecuencia del desmantelamiento del programa de ayuda estadounidense USAID, supone un reto a la altura del desafío clínico.
Es lo que opina otro agente de salud comunitaria cualificado, Sevalou Ozias. “A veces sensibilizas e identificas casos”, cuenta, “pero la mayoría de estos no tienen un tratamiento gratuito. Necesitamos más medios financieros para el seguimiento de los pacientes que tienen recaídas y que se sienten a veces un poco abandonados, porque ya se sabe que los casos de úlcera de Buruli a veces dejan secuelas. Sobre todo si el paciente es joven y se siente avergonzado. Es duro sin unos buenos apoyos, sociales, pero también económicos”.
Curanderos tradicionales frente a centros de salud
Emile Savi es de Sêdjê-dénou, en la región beninesa de Akotènou, donde cumple un rol de enlace comunitario, es decir, de garantizar la comunicación entre la población y el equipo médico. Frente al caso concreto del tratamiento de las llagas en el municipio de Allada, “vamos de hogar en hogar para comprobar la limpieza del entorno y también para ver si alguien presenta alguna llaga en el cuerpo. Es nuestro deber como enlaces hacer todo lo posible para que no acabe con discapacidades en el futuro o se encuentre en una situación en la que se le tenga que amputar uno de sus miembros”, explica.
La lucha pasa por convencer de que, frente a lo que muchos consideran hechizos, deben acudir al centro de salud a recibir atención médica. “Pero si logramos convencer a un enfermo, el curandero pierde a un paciente, lo que se convierte en una fuente de conflicto entre nosotros, los enlaces, y los curanderos tradicionales”, explica Savi. “Nos resulta difícil, pero no nos desanimamos en nuestro trabajo. Eso sí: nos falta material desarrollar adecuadamente nuestra misión. Creo que si los representantes de los centros de salud presentes en nuestras localidades pudieran estar equipados con material de trabajo adecuado y si la ambulancia pudiera patrullar de vez en cuando, todo sería más fácil”.
¿Cómo solucionar problemas?
Basile Amoussou, enlace comunitario desde hace 25 años, se dedica a esto “no por una cuestión económica, sino por ayudar en el marco de la comunidad. Aunque hay dificultades, eso es innegable. A veces carecemos de medios de transporte para ir a visitar a la gente en la sabana. No es fácil moverse por la sabana y no tenemos transportes”.
Amoussou aporta una luz importante acerca de cómo mejorar sus condiciones de trabajo y las condiciones de la población en Benín y en África Subsahariana. “Respecto a lo primero, es nuestro trabajo y lo que hemos querido hacer, pero necesitamos material y vehículos para llegar a la gente”, responde. “Respecto a lo segundo, insisto en la dimensión económica: necesitamos más financiación”. Ese es precisamente nuestro intento. ¿Te unes?