Una joven de 18 años ha dado positivo en Abiyán declarando un nuevo brote de ébola en la ciudad más poblada del país. El virus ha sido importado desde Guinea. El Ministerio de Sanidad marfileño y la OMS trabajan para contener el virus y evitar la epidemia.
Las crisis sanitarias no entienden de fronteras. Aunque el mundo está sumido en la pandemia la COVID-19, otras enfermedades como el ébola siguen su curso. Costa de Marfil, país donde intervenimos para combatir enfermedades olvidadas, ha confirmado un caso de ébola por primera vez desde 1994, un hecho alarmante debido a la virulencia de este virus y la frágil situación del sistema sanitario marfileño.
Según comunicó el Ministerio de Sanidad del país, una mujer de 18 años habría importado el virus desde Guinea a Abiyán, la ciudad más poblada y núcleo económico de Costa de Marfil. Además, se ha identificado un caso sospechoso y nueve casos de contacto directo que están siendo vigilados.
Despliegue relámpago de vacunas para frenar el brote de ébola
Gracias en parte a las medidas preventivas contra la COVID-19 desplegadas en el país y a los protocolos basados en anteriores epidemias de ébola en países vecinos, el Ministerio de Sanidad de Costa de Marfil, con el apoyo de la OMS, ha desplegado una ronda de vacunación a las personas que han estado en contacto con la paciente infectada.
El país comenzó el pasado 16 de agosto a inocular 2000 dosis contra el ébola. Recibirá, además, otras 3000 dosis que ayudarán a contener el virus antes de que siga propagándose. Abiyán es una metrópoli de más de 4 millones de habitantes. La OMS considera la situación de “extremadamente preocupante” por el potencial daño que un brote de ébola pueda causar en el sistema sanitario marfileño.
El brote de Costa de Marfil es el tercero que se produce en África este año. Tras los de la República Democrática del Congo y Guinea.
