Crisis económicas, políticas y vitales, enfermedades, guerras… La pandemia y la guerra de Ucrania copan los medios informativos, pero también hay conflictos invisibles u olvidados que tienen devastadores efectos para la salud de las personas, especialmente en África.
Por ejemplo, la lucha de clanes en la que está envuelto Somalia desde 1991; el bloqueo humanitario impuesto por el gobierno de Etiopía en la convulsa región de Tigray, que no se levantó hasta el verano de 2021 o el conflicto permanente en el norte de Mali, entre separatistas tuaregs, yihadistas y el ejército, que empezó en 2012. A todo esto se suman las consecuencias que a día de hoy todavía tiene el apartheid en Sudáfrica o la vulnerable situación de muchas comunidades nigerianas huérfanas de médicos secuestrados por Boko Haram.
Ser solidario con estas causas pasa por la visibilización. Si somos conscientes de estas injusticias y de las consecuencias de que miles y miles de personas no tengan derecho a la salud, podremos destinar más medios a poner nuestro granito de arena. Y es que los pequeños gestos solidarios también contribuyen a estas causas.
En este artículo, te compartimos 5 formas de ser solidario en el siglo XXI que puedes incorporar a tu rutina diaria para contribuir a hacer un mundo mejor. Además, ser solidario puede reportarte muchos beneficios y satisfacciones que merece la pena explorar.
Ser solidario: una necesidad para hacer frente a la injusticia
La solidaridad es una virtud que aflora en los peores momentos, y que desarrollamos desde la infancia. Somos solidarios cuando damos algo a alguien, ya sea en el plano material o emocional, sin esperar nada a cambio. Asimismo, es algo que todos experimentamos alguna vez y que nos reporta muchos beneficios; no solo porque somos generosos con los demás, sino porque también los otros lo son con nosotros.
Ser solidario es una forma de aunar generosidad con empatía. Gracias a la generosidad, las personas pasamos a la acción a la hora de resolver problemas y contribuir a la mejora de situaciones adversas, siempre con la mirada puesta en las personas como sujetos de derecho.
La solidaridad es fundamental para las relaciones internacionales en el siglo XXI, con el fin de que quienes sufren o tienen menos acceso a recursos se beneficien de la ayuda de los demás. En consecuencia, en el contexto de la globalización y el desafío de la creciente desigualdad, el fortalecimiento de la solidaridad internacional es indispensable.
Gracias a la solidaridad de muchas personas, desde la Fundación Anesvad, seguimos trabajando en mejorar el derecho a la salud en lugares como Togo y Ghana. En estos países, luchamos por ayudar a controlar y eliminar algunas de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) que, aunque son fácilmente tratables, combatirlas no es prioridad.
Gestos con los que ser solidario en el siglo XXI
La globalización y la tecnología nos permite saber qué ocurre en casi cualquier lugar y, al mismo tiempo, nos permite actuar, aunque sea con pequeños gestos, para tratar de mejorar el mundo.
A continuación, te presentamos solo algunos ejemplos de gestos con los que puedes ser solidario en el siglo XXI y contribuir a muchas causas.
1. Dona todo lo que ya no usas
Seguro que, si repasas los armarios y estanterías de tu casa, encuentras diferentes objetos que ya no utilizas. La ropa que ya no te vale, los juguetes a los que tus hijos ya no hacen caso, los libros que no volverás a leer, ropa de cama y toallas que ya no utilizas… Todo lo que guardas y no usas, alguien más puede aprovecharlo.
2. Practica un consumo responsable
Ser solidario pasa también por cuidar el medio ambiente y las generaciones futuras. Practicando un consumo responsable también eres solidario en tu día a día. Además, te conviertes en un referente para los que te rodean.
¿Cómo puedes consumir de manera responsable?
- Aplicando la regla de las tres erres: reutiliza, recicla y reduce.
- Comprando productos de comercio justo: asegúrate de que lo que adquieres para proporcionar bienestar a ti y a tu familia también genera bienestar en el productor. Es decir, que obtiene un precio justo por su esfuerzo y trabajo.
- Eligiendo productos de proximidad, es decir, de productores locales, que empleen recursos y técnicas amigables con el medio ambiente.
- Vigilando el consumo de energía de tu hogar, lo que puede beneficiar al medio ambiente y a tu bolsillo.
3. Fomenta actitudes solidarias en los más pequeños
Los adultos somos ejemplos para los niños, por lo que nuestros buenos hábitos contribuirán a que ellos construyan una sociedad más justa, ética y, sobre todo, solidaria. Por eso, si cuidas ciertos hábitos en tu día a día, como respetar a los demás, cuidar del medio ambiente, luchar por la igualdad de género, etc., no solo te sentirás mejor, sino que también estarás siendo un valioso referente para los más pequeños.
Y es que la infancia es el mejor momento para aprender a ser generoso, a dar sin esperar nada a cambio, a intercambiar opiniones, a conocer otras perspectivas y a socializar. En este sentido, estas enseñanzas las podemos transmitir con el ejemplo a las generaciones futuras.
4. Dedica tiempo a proyectos e iniciativas solidarias
Si tienes algo más de tiempo, puedes apuntarte a muchos proyectos e iniciativas solidarias. Siempre son necesarios los voluntarios, de perfiles muy diversos.
Puedes ayudar directamente con tu trabajo, pero también puedes contribuir difundiendo el mensaje de alguna organización solidaria o dando voz a quienes no la tienen. Por ejemplo, puedes ayudar a la Fundación Anesvad a dar luz a lo que permanece invisible.
De la misma manera que trabajamos para dar visibilidad a las enfermedades olvidadas en África, queremos hacerlo también en el contexto de la pandemia. Por ello, queremos visibilizar a aquellas personas e historias que demuestran resistencia a la pandemia; descubrir realidades ocultas, narrar las historias que nadie ve y compartirlas con el mundo.
Por otro lado, también puedes buscar colaboraciones puntuales. Por ejemplo, en momentos de emergencia humanitaria puedes recoger alimentos, ropa, etc., o incluso difundir estas iniciativas en tus redes sociales.
5. Colabora con una ONG
Muchas personas ponen de excusa la falta de tiempo para emprender proyectos solidarios. Desde Fundación Anesvad, te recordamos que puedes colaborar en proyectos solidarios de muchas formas: siendo socio, haciendo un donativo o simplemente con un testamento solidario. Las opciones son muchas y variadas. Solo tienes que buscar una causa con la que te sientas comprometido y aportar tu granito de arena.
Gracias a la financiación de personas y empresas solidarias, en Fundación Anesvad seguimos luchando contra las enfermedades olvidadas de la piel y contribuimos con el ODS 3 de la Agenda para el Desarrollo Sostenible. Es decir, ayudamos a promover la vida saludable y el bienestar para todas las personas de todas las edades; un buen motivo por el que ser solidario.
Proyectos con los que puedes ser solidario
Fundación Anesvad es un organismo privado constituido con base en la legislación española y que tiene la misión de ayudar a los más vulnerables, investigando enfermedades que nadie más atiende. Creemos que las enfermedades olvidadas no deberían existir y que las personas olvidadas deberían ser recordadas.
Asimismo, queremos que nuestro propósito también sea el tuyo. Por esta razón, estos son solo algunos de nuestros proyectos con los que tú también puedes ser solidario:
- Queremos fortalecer la red africana de laboratorios que mejore los protocolos para detectar la úlcera de Buruli en aquellos países en los que esta enfermedad es endémica, como Ghana, Togo, Liberia, Nigeria, Costa de Marfil, Benín, Camerún, RD del Congo y Gabón.
- Colaboramos con la ONGD alemana DAHW y la Federación Togolesa de Asociaciones de Personas con Discapacidad (FETAPH) para que el gobierno de Togo incluya las variables de discapacidad en su censo. Queremos que las personas con discapacidad en Togo dejen de ser invisibles, para que disfruten de sus derechos y ganen autonomía y calidad de vida.
- Nos unimos a Leprosy Research Initiative (LRI), un consorcio internacional cuya misión es mejorar el diagnóstico de la lepra. A través de la investigación de nuevas pruebas, ayudamos a mapear zonas y comunidades de África donde está más extendida la lepra para evitar que la incidencia aumente.
- Participa en el GIVING TUESDAY, una iniciativa para incentivar las buenas acciones de las personas y celebrar la acción de dar. Puedes colaborar con alimentos, ropa, dinero, tiempo como voluntario… lo que prefieras. Descubre las causas y súmate a este movimiento global.
Y tú, ¿cómo quieres ser solidario en el siglo XXI?