Tres candidatos pugnan por la presidencia en un clima político deteriorado por las denuncias de fraude en los mecanismos de registro de los partidos de la oposición, que acusa al actual presidente Patrice Talon de elegir a los oponentes “a dedo”.
Democracia, libertad y buen gobierno. Esta es la apuesta del actual presidente beninés Patrice Talon en las elecciones presidenciales que se celebrarán en el país el próximo 11 de abril. Talon, magnate del algodón, se ampara en su política económica de explotación de esta materia prima para buscar su reelección, pero el proceso de los comicios pone en duda su transparencia.
Organizanciones como Freedom House alertan de que la democracia en Benín se ha deteriorado desde que el actual presidente accediera al poder en 2016. De hecho, en las elecciones parlamentarias de abril de 2019 los partidos de la oposición fueron vetados y no pudieron presentarse, quedando la cámara constituida por solo dos partidos (Union Progressiste y Bloc Républicain), ambos leales a Talon. Esta situación se agravó con protestas y disturbios por la detención de opositores como el ex presidente Thomas Boni Yayi.
Durante las elecciones locales de mayo 2020 la reducción del espacio político continuó, aun ante la objeción de muchos benineses por celebrar comicios en plena pandemia. En diciembre de 2020, la oposición protestó colectivamente contra la composición de los órganos encargados de organizar la votación para las presidenciales del 2021 por considerar que no estaba debidamente representada.
Elecciones en Benín: Tres candidatos y ningún opositor
Aunque 20 posibles candidatos solicitaron el acceso a las urnas, solo 3 han conseguido pasar la criba. Un oportuno cambio legislativo en 2019 obliga a que todos los candidatos presidenciales y vicepresidenciales cuenten con el apoyo de al menos 16 miembros del parlamento o de alcaldes, lo cual dificulta el aval para otro candidato que no sea Talon o alguien afin a su gobierno. Por ello, el actual presidente se enfrentará solo a dos aspirantes: Alassane Soumano, del FCBE (el único partido de la oposición que no boicoteó las elecciones locales de 2020) y el candidato independiente Corentin Kohoue.