El título puede ser un poco confuso, pero una vez se entiende lanza una reflexión muy potente: Las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) son cada vez menos una cuestión exclusiva de regiones tropicales (T), pero quizá siguen estando demasiado olvidadas (D) para la opinión pública y los estados.
Valga como ejemplo, el drástico recorte del Reino Unido que dejó sin financiación, de la noche a la mañana, a programas esenciales de acceso al medicamento para varias de estas enfermedades… Parece que no valoraron su importancia para millones de personas, sino que no iba a generar demasiado ruido mediático.
Podría dar la sensación de que, desde Occidente, sólo salimos de este olvido, cada vez que una de estas enfermedades llama a nuestra puerta… Y los medios se hacen eco, a veces con titulares de lenguaje casi belicista, que pareciera que son un enemigo invasor con un plan para colonizarnos.
Nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que las enfermedades no entienden de geopolítica, pero hay algo que queda claro: nadie en Occidente estará libre de estas enfermedades hasta que todas las personas en el mundo lo estemos.
El Cambio Climático y sus desafíos a la salud pública
El cambio climático está exacerbando la propagación de enfermedades tropicales de varias maneras. El aumento de las temperaturas globales, los cambios en los patrones de precipitación y la urbanización acelerada han creado un ambiente propicio para la proliferación de vectores que propagan estas enfermedades antes confinadas a las regiones tropicales. Además, los cambios en los patrones de precipitación pueden alterar los hábitats de estos vectores, permitiendo que se establezcan en áreas antes inhóspitas.
España, con su clima mediterráneo y crecientes temperaturas, no es inmune a este fenómeno. En los últimos años, se ha observado un aumento en los casos de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue y la fiebre del Nilo occidental, en regiones como Murcia, Cataluña y Andalucía. Estos brotes son un recordatorio de que las enfermedades tropicales ya no son solo un problema lejano, sino una realidad cada vez más cercana. Esto ha puesto de relieve una realidad incómoda: la falta de atención y recursos cuando estas enfermedades afectan principalmente a regiones tropicales, como África.
Enfermedades tropicales: el olvido desatendido
Durante décadas, estas enfermedades tropicales se tildaban como «desatendidas» por la falta de inversión en investigación y desarrollo de tratamientos y la ausencia de programas de salud pública adecuados en las regiones endémicas. No interesaban en la agenda internacional, porque no afectaban a los países del norte. Esta negligencia histórica ha perpetuado la injusticia, ya que las comunidades más afectadas por estas enfermedades eran las menos equipadas para hacerles frente.
Es hora de reconocer y abordar esta desigualdad. La solidaridad global no puede ser selectiva, basada en la nacionalidad o la ubicación geográfica de las y los afectados. En última instancia, la lucha contra las ETD es una cuestión de justicia global: Al trabajar juntos y juntas para enfrentar este desafío, podemos construir un mundo más saludable y equitativo.
