La salud, y consecuentemente los medicamentos, debería ser un derecho universal y accesible para todas las personas. Sin embargo muchas familias deben endeudarse en muchas regiones del planeta para costearse los tratamientos.
Un elevado porcentaje de los 1300 millones de personas que hay en el mundo no tienen acceso a los servicios sanitarios que las autoridades deberían garantizar. Muchas personas no disponen de los suficientes recursos monetarios para hacer frente a este gasto elemental.
La cobertura universal en salud es para todo el mundo. En 2005 los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se comprometieron a avanzar hacia este objetivo. De hecho, cada año más de 100 millones de personas caen en la bolsa de la pobreza a causa de los elevados gastos sanitarios, por ejemplo viene bien recordar que El Salvador es el país con los medicamentos más caros del mundo.
Este tipo de desembolso sanitario situó a 100.000 familias de Kenia y Senegal. También a 290.000 de Sudáfrica por debajo del umbral de la pobreza en solo un año.
Derecho a la Salud es también Derecho a los medicamentos
La OMS, ONUSIDA y otras varias agencias de la ONU identifican cuatro componentes de un marco de acceso. Cada uno de ellos parece ser necesario para garantizar el acceso a los medicamentos esenciales en países en desarrollo: selección racional; precios asequibles; financiamiento sostenible y adecuado; y sistemas de asistencia en materia de salud y suministro fiables.
También indican que todos los esfuerzos realizados para ampliar y asegurar el acceso a los medicamentos esenciales deben garantizar que las cuatro “patas de la mesa de acceso” sean adecuadamente consideradas. Esto incluye brindar servicios de salud locales con el personal necesario. Asegurar que dichos servicios están adecuadamente equipados, administrados y financiados. Orientarlos, así mismo, hacia las necesidades y prioridades locales, así como sistemas eficientes de distribución con la respectiva desgravación fiscal y arancelaria.
Para evitar el no acceso o el endeudamiento para poder hacer frente a una enfermedad por el precio de los medicamentos, es necesaria que la asistencia en materia de salud y los sistemas de suministro de medicamentos de cada país, públicos, ONGs y privados, deben ofrecer servicios de calidad razonable que respondan a las necesidades locales, sin olvidar el factor precio.
Redacción de Adrián Seminario, Área de Comunicación de Anesvad