La Salud es un Derecho no un privilegio. Con motivo del Día Mundial de la Salud, instamos a los gobiernos a que fortalezcan los sistemas de salud pública con el fin de alcanzar la Cobertura Sanitaria Universal.
La Salud es un Derecho
Cerca de 1.000 millones de personas en el mundo carecen de acceso a algún tipo de servicio de salud. La mayor parte de ellas viven en zonas pobres y remotas de regiones como África subsahariana. Allí, además, están expuestas a contraer algún tipo de Enfermedad Tropical Desatendida. Una combinación que se traduce en que 1.500 millones de personas se ven afectadas cada año por estas enfermedades olvidadas.
Por eso, con motivo del Día Mundial de la Salud, Anesvad recuerda que es indispensable trabajar para lograr la Cobertura Sanitaria Universal (CSU). Esta cobertura permite a todo el mundo, con independencia de sus condiciones socioeconómicas, acceder a servicios que garanticen su Derecho a la Salud. La fundación insta a los gobiernos a marcarse esta meta en sus agendas del desarrollo sostenible. Y a proteger a las personas de las consecuencias financieras que pueda tener el pago de los servicios de salud.
Y es que el acceso a la atención médica puede suponer una carga financiera insalvable para gran parte de la población. Cada año 100 millones de personas deben afrontar unos gastos sanitarios tan elevados que terminan por abocarlas a la pobreza. Son, por lo tanto, obligadas a elegir entre la salud y otras necesidades vitales básicas. En ocasiones, deben invertir los ahorros de toda una vida, o recurrir a préstamos que su futuro y el de sus hijas e hijos.
Inversión pública y formación
Anesvad insiste en que es preciso fortalecer los sistemas sanitarios y mejorar su alcance. Sobre todo en aquellos países donde las ETD como la lepra, el pian, o la úlcera de Buruli son endémicas y afectan a las poblaciones más aisladas. Es esencial, asimismo, contar con estructuras de financiación pública sólidas. Según la OMS, hoy en día más del 35% del gasto en salud en el mundo proviene del pago de los usuarios. Esto condena a la ruina a muchas personas que requieren tratamiento.
La organización recuerda a los gobiernos que el dinero destinado a los sistemas de salud pública debe contemplarse no como un gasto, sino como una inversión rentable en empoderamiento de la población, fomento del empleo y reducción de la pobreza. No en vano, se estima que en toda África en un solo año se pierden 630 millones de años de vida saludable debido a las enfermedades que afectan a la población. Esto representa una pérdida para el continente de más de 2.000 millones de euros. Casi la mitad de este gasto podría evitarse en 2030 si se alcanzan los ODD relacionados con la salud. Para ello resulta imprescindible lograr la Cobertura Sanitaria Universal.
Además, para alcanzar un sistema sanitario sólido y eficaz es necesario impulsar la formación de profesionales de la salud. Capaces y con motivación, ofrecerán atención de calidad y personalizada. Es crucial generar buenas condiciones laborales entre el personal sanitario. Además debe disponer de los materiales y recursos médicos y tecnológicos necesarios para atender a todas las personas con equidad.
Anesvad recuerda que la salud es un derecho y no un privilegio. Como tal, los gobiernos deben protegerla priorizando al fortalecimiento de sus sistemas de salud pública. Destinando los fondos necesarios para alcanzar el fin último de la Cobertura Sanitaria Universal.