Parte importante del problema del agua es su polución, gravemente perjudicial tanto para el ser humano como para el medio ambiente.
Cuando hablamos del problema del agua solemos pensar inmediatamente en la escasez de este bien, y en sus inmediatas consecuencias: enfermedades —ETDs como el pian o la úlcera de Buruli—, el hambre, la desaparición de especies vegetales. Pero un problema no menor es la contaminación del agua, de la que no vemos por formar parte de los acuíferos que la vida humana —y la animal y la vegetal— requieren.
Principales causantes de la contaminación
La contaminación de las aguas subterráneas puede producirse por diversos motivos, buena parte de ellos por causas humanas y evitables. Por ejemplo, a través de vertidos tóxicos, filtraciones de tanques de almacenamiento subterráneo o fosas sépticas o por el uso de pesticidas y fertilizantes. También por la mala gestión de residuos de la actividad industrial, como la extracción y procesamiento de minerales en esa industria.
Efectos en la salud y el medio ambiente
Hablamos de un problema de primer orden en buena parte del mundo —en diez países europeos, España entre ellos, se han detectado elevados niveles de ácido trifluoroacético en aguas superficiales, con concentraciones preocupantes en áreas agrícolas— y por supuesto en África Subsahariana. Allí las consecuencias tienen nombre de enfermedad: cólera, disentería, hepatitis A, fiebre tifoidea, poliomielitis, diarrea. Los efectos en la salud pueden ser verdaderamente graves cuando el consumo de agua contaminada con metales pesados es prolongado: genera problemas neurológicos, cáncer y otras enfermedades crónicas. Sustancias como nitratos y pesticidas pueden causar problemas reproductivos y desarrollo en humanos.
En cuanto al medio ambiente, la contaminación de las aguas subterráneas puede afectar los cuerpos de agua superficiales, perjudicando a la flora y fauna acuáticas, y resulta particularmente nociva para la biodiversidad del ecosistema terrestre.
La contaminación de las aguas subterráneas y su prevención
Es crucial evitar estas cuestiones con soluciones prácticas y sostenibles. El primer paso es desarrollar leyes —y llevarlas a cabo— para el manejo adecuado de residuos agrícolas, industriales y urbanos. Igualmente, clave es establecer sistemas de monitoreo para detectar la contaminación del agua subterránea y evaluar la efectividad de las políticas implementadas, promoviendo del uso de pesticidas y fertilizantes orgánicos en vez de los químicos (en el caso de la actividad agrícola).
De igual modo es necesario educar y concienciar con campañas de sensibilización para informar a las comunidades sobre la importancia de proteger las aguas subterráneas y cómo contribuir a ello. Y acompañar estas medidas de proyectos de saneamiento en gobiernos locales para mejorar el acceso a sistemas de saneamiento seguros, reduciendo así la contaminación.
Soluciones prácticas y sostenibles
En Fundación Anesvad trabajamos en numerosos proyectos en colaboración con escuelas de comunidades rurales de Costa de Marfil, Ghana, Togo y Benín para que puedan disponer de instalaciones de agua básicas y limpias. Uno de nuestros proyectos es Fuentes que Enferman, una iniciativa de concienciación sobre la importancia del agua para la salud de las personas contado de su puño y letra. Se trata de tres fuentes tipográficas creadas a partir de la escritura de tres mujeres africanas, Chantale, Fatim y Aminata. Son totalmente gratuitas y funcionales, y representan —en lugar de las habituales normal, negrita o cursiva—, a tres de las Enfermedades Tropicales Desatendidas a las que se tienen que enfrentar durante su vida. ¿Quieres utilizar estas fuentes y echarnos una mano? Ayúdanos con esta tarea integral y colaborativa: el objetivo es implementar soluciones efectivas y sostenibles.