Las comunidades indígenas tienen una historia crucial en la relación con la naturaleza y el conocimiento sostenible. Sin embargo, han lidiado con discriminación, desplazamientos y violaciones de derechos. Entre ellos el derecho a la salud.
Aunque las culturas indígenas y aborígenes representan un pequeño porcentaje de la población mundial,estos pueblos se enfrentan de forma desproporcionada a la pobreza. Para que te hagas una idea, a pesar de ser solo el 5% de la población, representan el 15% de la pobreza mundial.
La pobreza, especialmente en entornos rurales, junto con las carencias en vivienda y saneamiento que ello conlleva, la degradación ambiental, una alimentación insuficiente o inadecuada, los desplazamientos forzados y la falta de acceso a atención médica, se combinan para generar consecuencias adversas para la salud de las comunidades indígenas. Entre ellas se encuentra un espectro de enfermedades no transmisibles como la diabetes, la obesidad, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, etc.
Las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) son especialmente comunes entre la población indígena, entre ellas infecciones bacterianas desatendidas como el tracoma, la lepra y el pian. Dada su larga historia de marginación, si no se les prioriza, las poblaciones aborígenes pueden ser las últimas en tener acceso a los medicamentos esenciales en el marco de los esfuerzos mundiales para eliminar las ETD.
De nuevo, los grupos culturales más olvidados, padecen desproporcionadamente las enfermedades más olvidadas.
El Día Mundial de las Poblaciones Indígenas, que se celebra cada 9 de agosto, resalta la riqueza cultural y el legado que representa sus tradiciones, lenguas, costumbres y conocimientos ancestrales… Pero también busca sensibilizar sobre los desafíos que enfrentan. Une a gobiernos, ONGs y sociedad para abordar los problemas que enfrentan, trabajando por un futuro inclusivo y equitativo. Este año 2023 tiene como lema «La influencia transformadora de la juventud indígena en la autodeterminación».
Desde Fundación Anesvad, nos sumamos de nuevo a la celebración, reconociendo el papel primordial que la juventud indígena tiene en la lucha contra el cambio climático, en la búsqueda de justicia para sus pueblos y la defensa de sus derechos… Entre ellos el derecho a la salud.
