En 2020 se reportaron 87.000 casos sospechosos de pian. La hoja de ruta de la OMS para las ETD contempla que todos los países estén libres de transmisión de esta enfermedad para el 2030.
¿Qué pasaría si consiguiésemos movilizar recursos y agilizar la investigación de enfermedades olvidadas? ¿Qué pasaría si pudiésemos erradicar el pian, la úlcera de Buruli o la lepra? Conseguiríamos reducir e incluso eliminar algunas de ellas de los países donde son endémicas en pocos años. Esta es la premisa principal detrás de la hoja de ruta 2021-2030 marcada por la OMS para la lucha global contra las ETD.
En el caso del pian, una enfermedad infecciosa que si no es tratada a tiempo desfigura e incapacita, su eliminación podría darse pronto.
¿Se puede erradicar el pian?
El pian es una enfermedad relativamente fácil de tratar si se detecta a tiempo. Una sola dosis oral de azitromicina, un antibiótico que encontramos en cualquier farmacia, sirve para curarlo. Cuesta lo mismo que tratar unas anginas leves.
Según ISGlobal el coste por persona del tratamiento para el pian es de sólo 4,50 euros, y cada año se detectan unos 80.000 nuevos casos, por lo que el coste de los medicamentos para tratar a todas las personas afectadas sería inferior a medio millón de euros. Una cantidad ínfima si la comparamos con los 2.436 millones de euros que ha desembolsado España para proveerse de vacunas contra la COVID-19.
Y es que el pian a día de hoy podría estar erradicado, pero no se han invertido los recursos suficientes para ello. La OMS contempla que todos los países estén libres de transmisión de esta enfermedad para el 2030. Solo el trabajo de organizaciones comprometidas y donaciones altruistas de empresas como la farmacéutica brasileña EMS, que ha donado 150 millones de comprimidos de este medicamento a países endémicos de África, América y Asia, contribuyen a atajarla en la actualidad.