El nivel de desarrollo y las circunstancias sociales y ambientales hacen que las enfermedades que más muertes causan en países empobrecidos sean infecciosas. En los países enriquecidos en cambio, están relacionadas con la longevidad y los hábitos de consumo.
En el mundo hay enfermedades que solo se dan allí donde existe la pobreza. Afectan a millones de personas de lugares donde nadie mira. En esos lugares que no importan, empobrecidos y donde las oportunidades son pocas, las circunstancias sociales, económicas y ambientales marcan la vida de las personas.
Así, el acceso a una sanidad de calidad, a infraestructuras básicas de agua, saneamiento e higiene, o a un entorno medioambiental sano son determinantes a la hora de sufrir unas enfermedades u otras.
Morir por causa de enfermedades infecciosas que se pueden evitar
Algunos datos del 2021 nos ponen en contexto sobre la diferencia abismal de los indicadores que afectan al bienestar y la salud en los países donde trabajamos del Golfo de Guinea (Costa de Marfil, Ghana, Togo y Benín) frente a la realidad de España.
Según datos del Global Health Metrics, las enfermedades que más muertes causan en los 4 países de África Occidental donde Fundación Anesvad trabaja son infecciosas. La malaria, las enfermedades diarreicas, las infecciones respiratorias, la tuberculosis o el VIH son las principales causas de muerte en estos países. Si nos fijamos en España, la realidad es diametralmente opuesta. La esperanza de vida es más de 20 años superior, y las principales causas de muerte están relacionadas con enfermedades por hábitos de consumo, como infartos, accidentes cerebrovasculares, cáncer, diabetes, etc. También destacan las enfermedades relacionadas con la longevidad, como el Alzheimer.
Factores de riesgo que provocan más muertes y discapacidades
Si nos fijamos en los factores de riesgo que pueden afectar a la calidad y esperanza de vida de las personas, también notamos diferencias evidentes. Y es que, según la OMS, 6 de las 10 principales causas de muerte en los países de ingresos bajos son enfermedades infecciosas. El paludismo, la tuberculosis o el VIH/SIDA están entre ellas.
Pero también existen otros factores que contribuyen a empeorar la calidad de vida y la salud de millones de personas de contextos empobrecidos. La malnutrición, la contaminación del aire, el sexo sin protección y el precario acceso a infraestructuras de agua, saneamiento e higiene merman la salud de las poblaciones de África subsahariana. En España en cambio, los factores de riesgo son el tabaquismo, la obesidad, el alcoholismo o la hipertensión.
En definitiva, el lugar donde nacemos determina cómo va a ser nuestra salud, a qué enfermedades vamos a estar expuestas, y cómo vamos a poder acceder a un tratamiento que pueda curarlas. Desde Fundación Anesvad seguimos trabajando para combatir las enfermedades olvidadas, las de la pobreza.