África sólo produce el 3,8% de los gases efecto invernadero.
Sin embargo es la región del planeta que más sufre las alteraciones climáticas y sus consecuencias sanitarias.
Una vez más, el continente más olvidado del planeta es quien carga con los excesos de la otra parte del mundo.
Y el mundo lo sabe. Desde hace años grandes cumbres, grandes acuerdos y grandes discursos se comprometen a cambiar las cosas. Kioto, Paris, Glasgow, …
Todo ha quedado en papel mojado. Nada ha cambiado.
Ya no podemos esperar a que gobiernos y grandes corporaciones actúen.
África sigue sufriendo. No se trata sólo de sequías, inundaciones o cambios en las estaciones. El cambio climático afecta a la salud de las personas provocando la expansión de las enfermedades tropicales desatendidas.
Por eso desde Fundación Anesvad, además de palabras, actuamos con hechos:
- Construimos incineradoras de residuos sanitarios en los centros sanitarios con alta incidencia de personas con ETDs, evitando así que se propaguen enfermedades.
- Instalamos cocinas mejoradas en las comunidades locales para reducir a más de la mitad la emisión de CO2.
- Instalamos placas solares para dotar de energía limpia a comunidades locales de mujeres afectadas por ETDs.
Éste es nuestro papel. Puede que sea pequeño pero si queremos cambiar las cosas, debemos empezar cada uno en nuestro ámbito de actuación.
La salud del planeta empieza por la salud de las personas que viven en él.
Ya no hay tiempo de excusas ni demoras.