Si no sabes qué regalar esta Navidad, regala sanidad. Puedes hacerlo asegurando que medicamentos tan esenciales como antibióticos puedan llegar a las poblaciones más castigadas por enfermedades olvidadas.
En los países enriquecidos damos por hecho que la medicación, las vacunas o los tratamientos van a llegar en un tiempo más o menos prudente. En los contextos más empobrecidos de África, a veces no llegan o llegan demasiado tarde.
Una de cada tres personas en el mundo no puede acceder a los medicamentos que necesita, cifra que alcanza el 50% en los países más pobres de África y Asia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países en desarrollo unos 2.000 millones de personas carecen de acceso a medicinas esenciales
El acceso a los medicamentos es imprescindible para que el Derecho a la Salud sea una realidad. Y conseguirlo no es tarea fácil. Allí donde no llega nadie, donde los medicamentos se venden por unidades, donde no hay electricidad para mantenerlos en buen estado y donde no hay agua potable para que se den unas mínimas condiciones de higiene en su suministro, los retos se multiplican.
Según un informe de la iniciativa “Medicamentos para Enfermedades Olvidadas” (DNDI), tan solo el 4% de los 850 nuevos fármacos y vacunas aprobadas en el período 2003 – 2015 fueron destinados a enfermedades olvidadas. Este escaso interés en desarrollar medicamentos para curar o tratar enfermedades consideradas ‘poco rentables’ se traduce en el sufrimiento de millones de personas, un dolor en gran medida invisible.
Acceder a medicamentos contra enfermedades como el pian no debería ser un privilegio
El pian es una enfermedad muy presente en la comunidad de Brofoyedur (Ghana). Pese a varios intentos de administrar antibióticos a gran parte de la población, el pian todavía sigue afectando a muchas personas, especialmente niñas y niños. Allí, la técnica sanitaria del distrito, Rita Lomotey, contribuye a la distribución de medicamentos para eliminarla. En una visita para buscar casos sospechosos de pian, encontró al pequeño Koffi, un niño togolés con una herida en la rodilla izquierda. Tras examinarlo, Rita sacó su botiquín para administrarle azitromicina. Después, Koffi acudió a la posta de salud durante tres días para las curas y en dos semanas se curó.
El pian se cura con una sola dosis oral de de azitromicina, un antibiótico que encontramos en cualquier farmacia. A día de hoy podría estar erradicada, pero no se han invertido los recursos suficientes para ello. Según ISGlobal el coste por persona del tratamiento para el pian es de sólo 4,50 euros, y cada año se detectan unos 80.000 nuevos casos, por lo que el coste de los medicamentos para tratar a todas las personas afectadas sería inferior a medio millón de euros.
Apoya nuestro trabajo. Regala un botiquín contra las enfermedades olvidadas
África quiere dejar de estar a la cola en el acceso a medicamentos para las enfermedades olvidadas. Para ello, la clave está en reforzar la capacidad de fabricación de medicamentos y vacunas en sus propios laboratorios, así como desregularizar las patentes para ello y garantizar los suministros de medicamentos suficientes, seguros y asequibles para toda la población. Para ello:
- Trabajamos con la OMS en un proyecto para repartir 330.000 medicinas y 90.000 test de diagnóstico entre poblaciones empobrecidas de 14 países africanos.
- Más del 30% de los fondos de Fundación Anesvad en 2020 se destinaron a comprar medicamentos y garantizar su acceso a personas olvidadas.
- A través de un proyecto de investigación en Benín, estamos realizando un ensayo clínico para combatir la úlcera de Buruli. Queremos reducir el tratamiento contra esta enfermedad de 8 a 4 semanas para acortar los tiempos de curación y, por lo tanto, los gastos relacionados con la hospitalización, los viajes y el mantenimiento de las personas que la padecen.
Si no sabes qué regalar por Navidad, regala medicamentos. Regala sanidad.