Cada 7 de abril, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial de la Salud. Una fecha significativa, elegida para recordar la fundación de la Organización Mundial de la Salud. Este año, bajo el lema «Mi salud, mi derecho», nos recuerda la urgencia de proteger y promover el acceso equitativo a la salud en todo el mundo.
Según el Consejo de la OMS sobre los Aspectos Económicos de la Salud para Todos –y todas- a pesar de que al menos 140 países reconocen la salud como un derecho humano en sus constituciones, muchos aún no garantizan el acceso equitativo a los servicios de salud para toda su población. Esta brecha en la cobertura de salud deja desprotegidas a más de 4500 millones de personas en todo el mundo. Este acceso desigual se refleja de manera especialmente aguda en el caso de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) de la piel. Estas enfermedades, como la Leishmaniasis, la Úlcera de Buruli o la Lepra, afectan a millones de personas en comunidades marginadas de todo el mundo. Muchas de ellas, viven en África Negra.
Día Mundial de la Salud: El olvido marcado en la piel
Estas enfermedades olvidades reciben una atención limitada en términos de investigación, desarrollo de tratamientos y asignación de recursos. Esta falta de atención se traduce en diagnósticos tardíos, tratamientos inadecuados y estigmatización social para quienes sufren estas enfermedades. Además, las ETD de manifestación cutánea están estrechamente ligadas a factores socioeconómicos y ambientales. La falta de acceso a agua potable y saneamiento adecuado, y la deficiencia en infraestructuras de salud en áreas rurales y remotas…
Estos y otros factores, que se denominan Determinantes Sociales de la Salud, contribuyen a la perpetuación del ciclo de la pobreza y la desigualdad, haciendo que las comunidades más vulnerables sean las más afectadas.
Abordar las ETD de manifestación cutánea requiere un enfoque integral que vaya más allá de la atención médica tradicional. Es necesario mejorar la vigilancia epidemiológica, fortalecer los sistemas de salud locales, promover la investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos y herramientas diagnósticas, y fomentar la participación comunitaria en la prevención y el control de estas enfermedades. También debemos contribuir a romper con el estigma de las personas que las han padecido y tener muy en cuenta su salud mental.
Por el Derecho a la Salud
Es en este contexto de las enfermedades más olvidadas, que el lema del Día Mundial de la Salud 2024 cobra una relevancia excepcional. «Mi salud, mi derecho» se elige para defender el derecho de todas las personas a acceder a servicios de salud de calidad, sin importar su ubicación geográfica o su condición socioeconómica…
Ni qué enfermedad padezcan.
En este Día Mundial de la Salud, es fundamental recordar que la Salud es un derecho humano fundamental, y que todas las personas deben tener garantizado el acceso a servicios de salud de calidad. Solo a través de un compromiso global y acciones concertadas podemos avanzar hacia un mundo donde todas las personas puedan vivir una vida saludable y plena. Por eso, en Fundación Anesvad trabajamos cada día para que las personas más olvidadas, en los lugares más olvidados, sufriendo las enfermedades más olvidadas…
