Corría el año 1890 y el ejército francés buscaba ampliar su expansión por África Occidental anexionándose el reino de Dahomey. No contaban con que un temible regimiento formado exclusivamente por mujeres iba a impedírselo. Aquí contamos su historia.
Formado a mediados del siglo XVII y constituido exclusivamente por mujeres de la etnia fon, el regimiento mino era una rama del ejército del reino africano. Parece ser que su creación se debe al rey Houegbadja, tercer monarca de Dahomey y gobernante entre 1645 y 1685. Su especialidad hasta entonces no había sido la lucha cuerpo a cuerpo sino cazar elefantes, pero debido a la reducción de los batallones de hombres en las constantes escaramuzas y batallas en que participaban, el grupo —entre 4.000 y 6.000 mujeres agojie— se integró en el gran ejército de Dahomey, empleado en tareas de defensa. En aquellos tiempos el reinado vivía momentos de esplendor, fundamentalmente debido al comercio con los europeos, sobre todo de esclavos y de aceite de palma.
Se cuenta que en este regimiento había mujeres de distinta procedencia: prisioneras extranjeras, mujeres ajusticiadas, reclutadas desde la infancia, esposas del rey —las llamadas ahosi— y también voluntarias. Entre estas particulares Amazonas africanas había distintas especialidades: cazadoras, fusileras, artilleras, arqueras y segadoras. Un uniforme para cada rama las distinguía. Sus armas eran palos, cuchillos y los rifles winchester que arrebataban a los invasores.
También dice la leyenda que estas guerreras vivían bajo estrictas reglas de comportamiento que excluían el matrimonio, la maternidad e incluso el placer sexual, circunstancia regulada a través de la ablación genital. A cambio, les estaba consentido acumular riquezas y alcanzar una posición social envidiable para muchos hombres. La traducción de un canto de guerra revela que las guerreras coreaban: “como el herrero toma una barra de hierro y por el fuego cambia su forma, así hemos cambiado nuestra naturaleza. Ya no somos mujeres, somos hombres”.
El origen y la histora de las Amazonas de Dahomey
Estas fieras mujeres defendieron sus tierras pero también se hicieron con territorios y esclavizaron a los vencidos para servicio del reino. Entre sus enfrentamientos más renombrados se encuentran las campañas de 1890, en las que sirvieron al rey Béhanzin —que recibía un trato casi divino— ante la pujanza del ejército francés. Gracias a ellas, estos fueron escarmentados —en muchos casos decapitados— y no pasaron de Cotonou. Al menos durante unos años, pues en 1894, los galos volvieron a la carga y lograron someter a Dahomey y anexionarla a sus ya extenso imperio en África Occidental. Su dominio llegó hasta 1958 —año en que se establece la república—; en 1975 el territorio se rebautizó como Benin.
Para entonces quedaban muy pocas supervivientes de entre las guerreras. Unas se dejaron sus últimos intentos en matar a los oficiales franceses que habían invadido su territorio, otras se consagraron a la protección de Agoli-agbo —el hermano del rey Béhanzin, derrocado— y otras trataron de adaptarse a una nueva sociedad que lentamente fue olvidándose de ellas. Se cree que la última superviviente de las amazonas de Dahomey fue una mujer llamada Nawi. En una entrevista realizada en 1978 en el pueblo de Kinta, un historiador conoció a esta mujer, que afirmó haber luchado contra los franceses en 1892. Nawi murió al año siguiente, con más de 100 años.
Su legado y reconocimiento
Hoy en día muchos hombres —y sobre todo muchas mujeres— se acuerdan de ellas, y dejan retratos de las Amazonas en plena calle, no solo en Benin sino en otras ciudades de la región; Dakar, por ejemplo.
En realidad la revitalización de su leyenda ya la vemos desde hace años en la cultura popular. Es posible encontrar a estas bravas soldadas en comics (ver a las Dora Milaje, guerreras y guardaespaldas del personaje de Marvel Pantera Negra), videojuegos (en Age of Empires II hay una unidad femenina llamada gbeto que está influenciada por las Amazonas de Dahomey) o cine (desde Cobra Verde, filmada por Werner Herzog en 1987, hasta la más reciente The Woman King, inspirada en las Amazonas de Dahomey y protagonizada por Viola Davis y Lupita Nyong’o).
