Día Mundial de la Salud Mental: hagamos realidad la atención para todas las personas

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En todo el mundo las enfermedades mentales causan un gran impacto en la salud de las personas. El Día Mundial de la Salud Mental debe servir para reivindicar su importancia todo el año.

Las enfermedades mentales son, a menudo, difíciles de identificar a simple vista. En el mundo se calcula que un 13% de la población sufre algún tipo de enfermedad mental; pero el estigma asociado a ellas hace que la mayoría de estas personas no reciban atención sanitaria. Cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental con el objetivo de concienciar sobre esta problemática.

La atención de la salud mental, una asignatura pendiente

Si bien la salud mental depende en parte de atributos individuales (gestionar los pensamientos, las emociones, los comportamientos y las interacciones con los demás) los factores sociales, culturales, económicos, políticos y ambientales influyen en su detección y tratamiento. Por ello, el acceso a la atención sanitaria y a los servicios sociales capaces de proporcionar tratamiento y apoyo es fundamental.

Por desgracia, los sistemas de salud a día de hoy no responden adecuadamente a esta problemática. La salud mental sigue siendo una asignatura pendiente. Como consecuencia, la brecha entre la necesidad de tratamiento y su provisión es amplia en todo el mundo.

De hecho, la OMS calcula que, en los países de ingresos bajos y medios, entre el 76% y el 85% de las personas con trastornos mentales no reciben tratamiento. En Ghana, 97 de cada 100 pacientes con enfermedades mentales que necesitan atención médica no tienen acceso a ella. Es el caso de las personas con depresión creada por el estigma de una enfermedad desatendida.

Sin embargo, se están dando pasos a nivel internacional para atajar esta lacra. Durante la Asamblea Mundial de la Salud de mayo de 2021, se impulsó un Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2020, con indicadores para medir los progresos en todo el mundo. Esperemos que este plan no se quede sobre el papel y avancemos por una atención integral a las personas que padecen enfermedades mentales. Trabajemos por hacer posible la salud mental en mujeres, hombres y niños y niñas, independientemente del contexto en el que vivan.

La salud mental en las mujeres

El problema de la salud mental no entiende de fronteras ni de géneros. Se trata de un asunto global y cualquier habitante del planeta puede llegar a sufrirlo. No obstante, la brecha de género y las desigualdades sociales que sufren las mujeres conlleva que tengan muchas más opciones de tener trastornos de salud mental. 

En la actualidad, las mujeres africanas siguen teniendo muchos menos opciones de progreso en el mundo laboral; ven como persisten normas culturales o leyes que limitan sus derechos y también sufren dinámicas de discriminación dentro de las familias. Además, en el caso de las niñas el acceso a la educación no siempre está garantizado en las mismas condiciones que los niños. Dicho de otra manera, existen diferentes factores que cuentan con una especificidad de género que facilitan que las mujeres tengan más problemas de salud mental. 

Es importante que no solo en el día mundial de la salud mental, sino que en el resto de días este problema se aborde teniendo en cuenta la desigualdad de género. En esa línea, es vital que los servicios sanitarios avancen en materia de igualdad e incorporen la perspectiva de género en la salud pública. Desde Fundación Anesvad trabajamos para conseguir que los servicios de salud públicos sean inclusivos y en ellos no exista ningún tipo de discriminación. 

El tratamiento de la salud mental

Al igual que la salud es algo más que la no presencia de enfermedades, también la salud mental no es solo la ausencia de trastornos mentales. No existe una fórmula mágica para su tratamiento sino que se trata de un proceso complejo que debe adaptarse a las necesidades de cada persona. 

Como en otros problemas es muy importante la apuesta por la prevención. Para ello es fundamental conseguir identificar los factores de riesgo y los determinantes individuales y sociales de la salud mental como un paso previo para reducir su incidencia. El sector de la salud juega un papel vital pero es clave que la acción de prevención sea multisectorial y también incluya a otros sectores como la educación, el trabajo o la justicia. 

Un problema con múltiples protagonistas

Sarah Zodo y Kodzo N’tsakpoe. Son dos de los muchos protagonistas involuntarios del problema de salud mental. Dos jóvenes de 17 años con un triste escenario común: ambos fueron abandonados por sus familias en un centro sanitario de Togo por padecer úlcera de buruli, una enfermedad de la piel que está incluida entre las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD). 

La propia enfermedad y sus consecuencias físicas, la falta de una red familiar de apoyo, el abandono, la falta de escolarización o la ausencia de perspectivas futuras son solo algunos de los ingredientes que dificultan la salud mental de estos dos jóvenes. Su bienestar físico y mental depende de lo que pueden proporcionarles desde un centro sanitario donde no sobran los recursos. Es por ello que en Fundación Anesvad trabajamos para aportar la ayuda necesaria y mejorar sus condiciones y las de otras personas afectadas por las ETD. 
En conclusión, el 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental pero,  es clave que no solo lo sea en esa fecha. Todos los días cuentan para Sarah Zodo,  Kodzo N’tsakpoe y para todas las mujeres, hombres, niños y niñas que sufren algún tipo de trastorno mental. Es vital conocer y recordar que la ayuda que necesitan puede adoptar múltiples formas.

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Mikel Edeso
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