¿Es lo mismo malnutrición y desnutrición?

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No: son dos males a erradicar, a menudo emparentados y confundidos. Toda desnutrición es malnutrición, aunque no al revés. Aquí te lo explicamos bien.

La desnutrición es una de las formas de malnutrición. De acuerdo a la OMS, el término “malnutrición” se refiere a las carencias, los excesos y los desequilibrios de la ingesta calórica y de nutrientes de una persona. Es un concepto amplio que abarca tres grandes afecciones:

Causas de la malnutrición

La malnutrición es un problema global que afecta tanto a países en desarrollo como a naciones más avanzadas. En este apartado, exploraremos estos tipos y sus impactos.

1º. Desnutrición

Cerca del 45% de las muertes de menores de cinco años tienen que ver con este grave problema. Puede incluir la emaciación (un peso insuficiente respecto de la talla; se produce cuando los niños o niñas pierden demasiado o no ganan el suficiente peso, bien por una ingesta insuficiente de alimentos en un periodo de tiempo reciente, bien como consecuencia de alguna enfermedad); el retraso del crecimiento (una talla insuficiente para la edad, problema que en 2016 afectaba a más de 155 millones de niños menores de cinco años) y la insuficiencia ponderal (un peso insuficiente para la edad. Este mal afectaba, solamente en 2014, a más de 462 millones de adultos en todo el mundo). En Anesvad abordamos todos los tipos de desnutrición y sus causas.

2º. Micronutrientes (déficit o exceso de vitaminas y minerales esenciales)

Los micronutrientes, como el yodo, la vitamina A y el hierro, son esenciales para la salud pública global. Su deficiencia supone una amenaza grave, especialmente en niños y mujeres embarazadas de países de bajos ingresos. La falta de yodo puede causar retraso cognitivo; la vitamina

A es crucial para la vista y el sistema inmunológico, y la carencia de hierro provoca anemia, afectando el desarrollo y la productividad. Sin embargo, un exceso de estos micronutrientes también es dañino, causando problemas como hipertiroidismo, toxicidad hepática o sobrecarga de hierro, lo que subraya la importancia de un equilibrio adecuado.

3º. El conjunto de enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación.

La más común de todas es el sobrepeso u obesidad, tiene lugar cuando una persona tiene mayor peso de lo que corresponde a su altura y se manifiesta en su índice de masa corporal (IMC). En este caso no hablamos solo de regiones como África Subsahariana: este un mal planetario —cerca de 1900 millones de personas lo padecen— y está propiciado por el hecho de que cada vez se consumen alimentos y bebidas más ricos en azúcares y grasas, mientras que la actividad física es cada vez menor.

Aparte del sobrepeso, hay que mencionar otras enfermedades que van desde las enfermedades cardiovasculares (caso del infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares, a menudo asociados a la hipertensión arterial), algunos cánceres y la diabetes, todas ellas susceptibles de aparecer por factores alimenticios.

La OMS aspira a que desaparezcan del mundo todas las formas de malnutrición, y a que todas las poblaciones gocen de salud y bienestar. Según la estrategia de nutrición 2016–2025, la OMS colabora con los Estados Miembros y los asociados para lograr el acceso universal a intervenciones nutricionales eficaces y a dietas saludables, con sistemas alimentarios sostenibles y resilientes.

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