Plantas medicinales en Camerún: de la tradición a la Sanidad moderna

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Empresas científicas en busca de nuevos medicamentos investigan en los bosques africanos y entre las plantas «medicinales» de Camerún.

Es recurrente la visión de Camerún como un pequeño África: su casi medio millón de kilómetros cuadrados abarca costa, desierto, selva, sabana y montaña. Esto no solo tiene como consecuencia un enorme paisaje humano, lingüístico y cultural, sino una potente biosfera. Y esta, todo un mundo de especies vegetales.

Es hasta cierto punto lógico que dada la precariedad de infraestructuras sanitarias y de las enfermedades endémicas que afronta el país —dengue, filariasis, malaria, leishmaniasis, meningitis bacteriana, esquistosomiasis, enfermedad del sueño…— las plantas medicinales representen una opción popular de consideración.

Los curanderos y sus plantas medicinales: custodios de los remedios naturales

En Camerún muchos fueron los que, durante la expansión de Covid-19, se vieron forzados a recurrir a plantas locales como la artemisa, especie a la que muchos atribuyen propiedades idóneas para tratar enfermedades tan serias como la malaria, aparte de afecciones respiratorias, estomacales, migrañas… El propio presidente Paul Biya alentó, en un discurso durante aquellos días, a consumir tratamientos caseros para plantarle cara al temible coronavirus.

Ante tal hecho es justo y comprensible colegir el evidente el desequilibrio entre la disponibilidad de fármacos en países como el nuestro —donde nos preparábamos para pertrechar nuestros sistemas inmunitarios con sucesivas dosis de Pfizer y AstraZeneca— y países como Camerún. Pero eso no impide señalar, sin posiciones de superioridad —y sin considerar el ningún caso la hipótesis de que esta pueda ser un reemplazo de los medicamentos exigibles para afrontar las enfermedades — el respeto a la medicina tradicional. De las plantas dimanan, al fin y al cabo y en una u otra medida, una parte importante de los artículos que rellenan los anaqueles de las farmacias.

Hacia un Camerún más sano: el viaje hasta ahora

En consecuencia, existen diversas investigaciones financiadas con fondos europeos acerca de las propiedades de plantas de los bosques tropicales para la diversas enfermedades, entre ellas el cáncer y la malaria. Uno de los investigadores es el profesor Jean-Claude Ndom quien, al servicio del proyecto PLANTMEDS (Potential Antimalarial and Anticancer Lead Compound Discovery from Cameroonian Medicinal Plants), que ha pasado dos años en Camerún procurando encontrar en plantas locales moléculas activas anticancerígenas y antipalúdicas para el desarrollo de nuevos fármacos.

“Un buen número de las moléculas descubiertas en las plantas muestran una gran diversidad de propiedades bioactivas cuando se orientan no solo hacia las amenazas para la planta, sino también hacia enfermedades humanas”, ha dicho en referencia a especies como la rutaceae, la simaroubaceae y la hannoa ferruginea. “El bosque tropical camerunés ofrece una fuente inestimable de nuevos compuestos bioactivos y estructuras moleculares de material vegetal, dado que es uno de los ecosistemas con mayor diversidad biológica del planeta”.

De acuerdo a estudios como este, “hay unas 137 plantas de 48 familias utilizadas por los curanderos tradicionales que nunca han sido investigadas por sus supuestas propiedades antipalúdicas, algo muy similar a lo que ocurre con plantas anticancerígenas y plantas empleadas para tratar infecciones bacterianas”. En el proceso, las empresas de bioprospección están redescubriendo fuentes de nuevos medicamentos, que hasta ahora habían permanecido ocultas y que ahora son asequibles, cuyo desarrollo puede ayudar a millones de personas con riesgo de contraer enfermedades tropicales y de otro tipo.

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