¿Sabías que, en el mundo, hay 100 millones de personas que viven en una situación de pobreza extrema? Naciones Unidas (UN) define la pobreza como un círculo vicioso en donde convergen diversos sectores que son difíciles de superar para lograr el bienestar. Y es que la pobreza va más allá de la falta de recursos económicos: engloba la discriminación, la exclusión social, las enfermedades desatendidas, la desnutrición, etc.
En las siguientes líneas, queremos mostrarte los tipos de pobreza que afectan a millones de personas en el mundo y, por consiguiente, atentan contra sus Derechos Humanos.
¿Qué es la pobreza?
La pobreza es un fenómeno que impide que las personas puedan cubrir sus necesidades básicas. La alimentación, el acceso al agua potable, la educación, la salud o una vivienda son solo algunas de estas necesidades que el ser humano requiere cubrir para llevar una vida digna.
El nivel de pobreza se determina de acuerdo a un parámetro que calcula la cantidad de recursos que necesita una persona para vivir. Este valor puede variar según la región y los ingresos o el poder adquisitivo.
Tipos de pobreza
La pobreza no solo se limita a la escasez de dinero para adquirir alimentos o medicamentos, sino que existen otras causas y condicionantes para clasificar esta condición. Diferentes entidades y organizaciones, como el Instituto Interamericano de Derechos Humanos, han realizado distintos estudios para determinar cuáles son los principales tipos de pobreza:
Pobreza como concepto material
La pobreza como concepto material hace referencia a la limitación de recursos, como bienes y servicios. La falta de alimentos, la dificultad para acceder a agua potable, la limitación en cuanto al acceso a la educación o, simplemente, a la información, son algunas características de este tipo de pobreza.
Es importante destacar que “necesidad” no significa rotundamente “pobreza”, sino que es considerable analizar el tipo de necesidad, la duración de la privación y su efecto a largo plazo.
Pobreza como situación económica
Una persona se considera pobre económicamente cuando no tiene los ingresos suficientes para alcanzar un nivel de vida mínimo y se encuentra por debajo de las demás, ocasionando desigualdad debido a la distancia económica.
Pobreza como condición social
La pobreza deriva también a las clases sociales. Cuando una persona se encuentra en esa situación, suele depender económicamente del sistema productivo y puede acabar marginada.
Asimismo, la pobreza, en cuanto a condición social, impide o excluye a las personas a tener una participación o convivencia normal con sus semejantes. En este sentido, también se habla de una privación y rechazo social.
Pobreza como juicio moral
Byron Barillas, en su publicación Pobreza: El rostro pálido de los derechos humanos, se basa en sus investigaciones y en el criterio del Comité DESC de Naciones Unidas para proponer otros cuatro tipos de pobreza que rebasan los límites moralmente aceptables:
Pobreza por discriminación cultural
Aquí encontramos la discriminación étnica-cultural, lo cual se relaciona, a menudo, con la vulneración de los Derechos Humanos. Esta se genera cuando existe un rechazo por el origen y cultura de la persona.
Pobreza por desigualdad de género
Existe una brecha económica, social y política entre mujeres y hombres: esto también forja relaciones de poder. Ser mujer es, todavía y en todo el mundo, un factor de riesgo para sufrir los efectos de la pobreza.
Pobreza por precariedad
Una persona frágil o precaria no tiene los recursos económicos suficientes para adquirir sus bienes básicos y vivir dignamente.
Pobreza por exclusión o exclusión por pobreza
Este tipo de pobreza se refiere a la privación que tiene una persona respecto a los servicios públicos, tales como educación, salud, agua potable, etc. Una violación, entre otras, del Derecho a la Salud, el que permite a todo el mundo acceder a unos servicios médicos básicos para evitar, detectar y tratar la transmisión de enfermedades infecciosas como, por ejemplo, las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD), contra las que tanto luchamos en Fundación Anesvad.
Y es que, sea cual sea el tipo de pobreza, se trata de un fenómeno que claramente viola los Derechos Humanos. Asimismo, “poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo” es el ODS1, esto es, el objetivo número 1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Desde Fundación Anesvad, trabajamos para lograr el ODS1 mediante acciones enfocadas a eliminar las ETD. Entre ellas, se encuentra el apoyo a los distintos sistemas de salud públicos, apoyando la investigación de estas enfermedades olvidadas, creando alianzas estratégicas con distintas entidades y redes internacionales para mejorar las condiciones de las personas que sufren alguna enfermedad, así como propulsando el emprendimiento social para involucrar al sector privado en la lucha de las ETD. Esta es nuestra manera de actuar en lugares olvidados: dar voz a las personas que no la tienen.