La violencia de género contra las mujeres es un fenómeno universal y estructural que se manifiesta de múltiples formas: exclusión, marginación, discriminación…
Las mujeres, por el mero hecho de serlo, son susceptibles de padecer cualquiera de los tipos de violencia de género que existen. Por eso, los diferentes actos de violencia contra las mujeres se conocen de forma genérica como violencia de género.
En este artículo queremos reflexionar sobre los diferentes tipos de violencia de género que existen y cómo el liderazgo de las mujeres en sus comunidades puede frenar el avance de esta lacra así como también el de las ETD.
La violencia de género y sus consecuencias para la sociedad
Según el estudio más completo hasta la fecha sobre la violencia de género, publicado en la revista The Lancet, una de cada cuatro mujeres entre los 15 y 50 años ha sufrido alguna vez en su vida violencia física o sexual por parte de su pareja. Eso se traduce en un 27% de las mujeres del mundo.
El porcentaje varía en función del continente en el que vivan las mujeres. En Europa se registra la cifra más baja: 16%, mientras que en el África subsahariana central asciende hasta el 44%.
Otro dato preocupante que refleja el estudio es que la incidencia entre las mujeres jóvenes no hace más que aumentar. De hecho, el 29% de las mujeres de entre 15 y 19 años ha sufrido alguna vez violencia de género.
Tipos de violencia de género
Naciones Unidas considera que la violencia de género es aquella que se manifiesta de forma física, psicológica, sexual, económica, laboral, institucional y simbólica, e identifica cinco tipos.
La violencia en el ámbito de la pareja
En este contexto, los datos más alarmantes son los que tienen que ver con el feminicidio, los asesinatos de mujeres por el hecho de serlo. África es el continente con la mayor tasa de feminicidios seguido de América.
Las estadísticas también apuntan a que son las parejas de las mujeres las que cometen la mayor parte de maltratos físicos, psicológicos y sexuales en contra de las mujeres, de ahí que también se hable de violencia machista.
La violencia sexual
Entendemos por violencia sexual cualquier acto sexual perpetrado en contra de la voluntad de otra persona. Esto incluye el no consentimiento, o el no es no. Históricamente, las violaciones son delitos que tienden a quedar impunes dado que la mayoría de las víctimas no denuncia.
Sin embargo, cada vez más aumentan los esfuerzos a nivel global por incluir en las leyes principios como el no es no, definiendo la violación como cualquier acto sexual en contra de la voluntad de la víctima.
El matrimonio infantil
A pesar de que la frecuencia con la que se celebran matrimonios, en los que uno o los dos cónyuges son niños, se ha reducido en todo el mundo, sigue siendo una práctica generalizada. Según Unicef, antes de la pandemia, se esperaba que más de 100 millones de niñas se casarán antes de la mayoría de edad durante la próxima década. Ahora, tras el covid-19, hay que sumar a 10 millones de niñas más que pueden correr el riesgo de casarse siendo niñas.
Níger es el país del mundo con la cifra más alta de matrimonios infantiles. El número es sobrecogedor, el 76% de las niñas se casan antes de cumplir los 18 años.
La mutilación genital femenina
En la actualidad se sigue sometiendo a muchas niñas a esta práctica brutal en muchos países. La Organización Mundial de la Salud estima que más de 200 millones de mujeres y niñas han sido víctimas de la ablación en diferentes países de Oriente Medio, la península arábiga, Asia y África.
Cada año, miles de mujeres y niñas —alrededor de 20.000— llegan a diferentes países de la Unión Europea escapando de esta forma específica de violencia de género.
La trata de seres humanos
Existen varios tipos de trata. Una de las más comunes es la trata de mujeres para su explotación sexual. Es una forma de violencia de género que afecta a todas las regiones del mundo, ya sea como país de origen, tránsito o destino. Por lo general, en países en vías de desarrollo —pero también en sectores vulnerables de la población de los países desarrollados— se engaña a las mujeres y niñas con la promesa de un empleo si viajan a otros países para tener una vida mejor. A su llegada al destino son sometidos a la explotación sexual.
Reforzar a la mujer para frenar los diferentes tipos de violencia de género
Aunque África es uno de los continentes más perjudicados por los diferentes tipos de violencia de género; las mujeres luchan para erradicar la violencia. En Fundación Anesvad lo hemos podido comprobar en Benín, en la comuna rural de Zè, al sur del país.
Se trata de una zona con alta presencia de ETD en la que las mujeres juegan un papel fundamental para evitar la transmisión de estas enfermedades. Sin embargo, muchas de ellas no cuentan con los derechos básicos ni la autonomía económica suficiente. Por eso, junto con WILDAF —Women in Law & Development in Africa—, nos hemos involucrado en la alfabetización y capacitación de estas mujeres del ámbito rural para que se asocien en cooperativas que les permitan tener autonomía económica.
El resultado es evidente en Zè, donde las mujeres ya lideran negocios cooperativistas locales y son conscientes de que tienen Derecho a la Salud. Con su ejemplo positivo, visibilizan la lucha contra las ETD y los diferentes tipos de violencia de género.
