Nana Konama. Coordinadora Nacional del Programa Nacional de control de la úlcera de Buruli y erradicación del Pian en Ghana.
“Si tuviéramos recursos me gustaría invertirlos en formar al personal sanitario y comunitario”
Introducción:
Especialista en salud pública y epidemiología. Su trabajo dentro del Ministerio de Salud de Ghana consiste en identificar, monitorizar y gestionar los casos de úlcera de Buruli en el país, con la colaboración de Fundación Anesvad desde 1999.
Fundación Anesvad:
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta un país como Ghana a la hora de combatir enfermedades olvidadas como la úlcera de Buruli?
Nana Konama:
Por un lado, nos faltan recursos, tanto materiales como humanos. No hay suficientes recursos para hacernos cargo de manera adecuada de los casos, y la colaboración de organizaciones como Fundación Anesvad es clave para mejorar esta situación.
Además, el problema con enfermedades olvidadas como la úlcera de Buruli es la falta de conocimiento que todavía existe entre el personal de salud y la población general. Mucha gente está sufriendo en las comunidades. No tiene conocimientos, y creen en la superstición, en que las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) son dolencias misteriosas, como una maldición. Por eso tenemos que desmitificar algunos de estos aspectos. De este modo, podemos evitar que una persona que ha contraído la enfermedad tarde en acudir a un centro de salud para detectar a tiempo lo que tiene.
Fundación Anesvad:
Mencionas el desconocimiento y el estigma como parte del problema para detectar y tratar casos con rapidez. ¿Cómo trabajáis con las poblaciones afectadas por las ETD?
Nana Konama:
Más allá del tratamiento y seguimiento de los casos, una labor esencial es la de la sensibilización a nivel local. Las personas voluntarias de las comunidades son una pieza clave para ello. Desde el programa nacional hacemos un esfuerzo por formarlas y apoyarlas para que sean agentes del cambio en sus comunidades. De hecho, algunas de ellas han padecido o padecen úlcera de Buruli, y por eso se prestan a ayudarnos a combatirla. Viven en las comunidades más afectadas por las ETD y son fundamentales para detectar nuevos casos y educar a la comunidad en identificar y prevenirlos.
Fundación Anesvad:
Si contaseis con los recursos suficientes, ¿qué actividades prioritarias podríais reforzar?
Nana Konama:
Si tuviéramos recursos me gustaría invertirlos en formar al personal sanitario y comunitario para la identificación y reporte de la enfermedad. Pero, sobre todo, es en los centros sanitarios y postas de salud donde más hacen falta estos materiales sanitarios y personal cualificado.
En el caso de enfermedades olvidadas como el pian, la erradicación es posible. Con la úlcera de Buruli, sin embargo, necesitamos un esfuerzo especial para que la gente sepa identificarla y ayudarles a poder cuidar las heridas que provoca.
Fundación Anesvad:
¿Qué destacas de la colaboración entre el Programa Nacional de lucha contra la úlcera de Buruli y Fundación Anesvad?
Nana Konama:
La colaboración de Anesvad es un regalo de Dios. Durante un tiempo yo misma apoyé al centro de Pakro con mis propios recursos y me hice cargo de los pacientes. Pero no era suficiente. Con los recursos que nos proporciona Anesvad estamos consiguiendo resultados, detectar más y mejor, sensibilizar y reducir la presencia de la úlcera de Buruli y otras enfermedades olvidadas. Tenemos muchos retos por delante, pero soy positiva en que avanzamos hacia un futuro mejor.
¿Qué puedes hacer tú?
¿Quieres colaborar en nuestra lucha contra las enfermedades olvidadas?
Colabora ahora