África no es un país: conoce el verdadero mapa de África

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Empecemos por lo evidente: África no es un país. La cartografía no ha representado las verdaderas dimensiones del planeta hasta muy poco. De todos los territorios, ninguno ha estado tan minimizado a lo largo de la Historia como África.

Las verdaderas proporciones del continente africano

El mapamundi que nos enseñaron no se corresponde con la realidad: otorga dos tercios al norte y un tercio al sur. Europa es, en el mapa, más extensa que América Latina, aunque esta duplica la superficie de Europa. La India parece más pequeña que Escandinavia, aunque es tres veces mayor. Estados Unidos y Canadá ocupan más espacio que África, cuando en la realidad no llegan ni a las dos terceras partes del continente africano. Como escribió Eduardo Galeano en su libro “Patas arriba (La escuela del mundo al revés)”, la geografía tradicional roba el espacio.

Pero la conciencia y la tecnología actuales nos permiten revisar la gran cartografía y celebrar en su correcta medida la grandeza geográfica de nuestro continente vecino. Un ejemplo: Argelia —el país más grande de África— es tan grande como media Europa. Y si a Argelia le sumamos cuatro países como Sudán, República Democrática del Congo, Madagascar y Chad, cubrimos toda la superficie del continente europeo, incluidas sus islas y hasta parte del mar. Así engaña el ojo, ¿o es la Historia? Más bien lo segundo. Si la mirada colonial sobre África minimizó su proyección política, es lógico que también empequeñeciera su aspecto visual respecto al resto del planeta.

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La cartografía que redimensiono África

Durante siglos, la mayor parte de cartografías del globo se habían basado en el mapa del geógrafo flamenco Gerardus Mercator, aportación de 1569 de gran utilidad para los navegantes de la época, que se beneficiaron de su mirada para establecer las rutas más cabales. Pero su mirada, que por primera vez encajaba lo tridimensional del mundo en un plano bidimensional, añadía una distorsión total de las tierras concentradas en los polos. Las tierras más cercanas al Ecuador fueron las más afectadas en la visualización del mapa. Y sobre todo África, que quedó mermada en comparación a Canadá, Rusia o Groenlandia (esta última, prácticamente del tamaño del continente). Hay que hacer notar que el primer Google Maps se basó en el mundo de Mercator, que no se revisó hasta sustituirlo —de esto no hace tanto— por Google Earth.

Si imaginamos África como un puzzle, Estados Unidos casi ocuparía la superficie históricamente colonizada por Francia en África Occidental; China abarcaría desde la cuenca del Congo hasta la del Zambeze y Sudáfrica, la India sería el Cuerno y Europa se repartiría entre el Magreb y la cuenca del Nilo. Esas son las verdaderas proporciones, y no fueron observadas cartográficamente hasta que un investigador alemán llamado Arno Peters desarrolló, recién en 1987, su mapamundi de Gall-Peters, que observa las proporciones reales entre las áreas de los diferentes territorios.

Las capitales africanas y su población definen el mapa

Fijarnos en la superpoblación de algunas de las capitales africanas más pobladas nos ayuda a entender la grandeza de su mapa: Lagos (Nigeria), 24 millones.  Kinshasha (República Democrática del Congo), 17 millones. El Cairo (Egipto), 16, 7 millones. Otras que sobrepasan los cinco millones son Johannesburgo (Suráfrica), Luanda (Angola), Jartum (Sudán), Nairobi (Kenia) y Abidjan (capital administrativa de Costa de Marfil).

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