¿Conoces algo sobre el desarrollo económico y sostenible en África? Seguro que te suenan las Agendas 2030 y 2063. Éstas marcan, a corto y medio plazo, unos objetivos que deben tener en cuenta las necesidades del continente, pero también unas iniciativas locales de las que debemos aprender.
Definición de desarrollo sostenible
El desarrollo sostenible proviene de la unión de dos conceptos clave: la sostenibilidad y el desarrollo. Pero, en conjunto, es un principio básico de la gestión medioambiental.
En general, se define como todas aquellas prácticas que permiten satisfacer las necesidades actuales y procurar el progreso social, económico y ambiental, pero sin comprometer los recursos de las generaciones venideras.
De aquí se deriva la importancia de no agotar los recursos disponibles: de esta manera se garantiza que todas las personas puedan tener las mismas oportunidades.
Con el fin de alcanzar el desarrollo sostenible en todo el mundo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) creó la Agenda de Desarrollo Sostenible en la que se incluyen diversos objetivos en torno a la reducción de la contaminación y la pobreza, el uso eficiente de la energía, la separación consciente de residuos, etc.
Ventajas del desarrollo sostenible
El desarrollo sostenible es un enfoque del crecimiento económico que tiene en cuenta el uso de los recursos naturales, la equidad social y la protección del medio ambiente.
Perseguir este tipo de desarrollo tiene varias ventajas:
- Contribuye a garantizar que los recursos naturales sigan estando disponibles para las generaciones futuras.
- Fomenta la creación de empleo local y mejora las condiciones de vida de las comunidades desfavorecidas.
- Provoca menos contaminación y un uso más eficiente de la energía, lo que se traduce en menores costes para las empresas y los hogares a largo plazo.
- Mejora la salud general reduciendo las emisiones tóxicas y promoviendo estilos de vida más saludables.
Objetivos del desarrollo sostenible
El principal objetivo del desarrollo sostenible es encontrar el equilibrio y promover una vida más saludable y segura. Se esfuerza por combinar la prosperidad económica con la protección del medio ambiente, la equidad social y el patrimonio cultural, con el objetivo de garantizar el bienestar a largo plazo, tanto del entorno natural como de las personas.
Las prácticas enfocadas a la sostenibilidad anima a individuos y gobiernos a reconsiderar las acciones actuales y adoptar hábitos más respetuosos con el medio ambiente, éticos y responsables, con el fin de reducir los efectos negativos sobre el cambio climático, las especies en peligro de extinción, los niveles de contaminación y la desigualdad social.
En Fundación ANESVAD apostamos por el bienestar de las personas y en general de todo el entorno, enfocándonos en acciones que permitan el derecho a la salud con el fin de construir un futuro más justo, próspero y sostenible para todo el mundo.
El desarrollo sostenible en África
La población actual de África roza los 1.400 millones de personas, y la previsión para 2050 es que el continente aloje a una cuarta parte de la población mundial (además de un tercio de los jóvenes del planeta). Esta expectativa vuelve crucial el éxito de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a corto (Agenda 2030) y más largo plazo (Agenda 2063). Las Naciones Unidas están detrás de dichas iniciativas, que se marcan como objetivo el desarrollo sostenible y la paz en la Unión Africana.
Los retos son tan necesarios como ambiciosos: tocan factores socioeconómicos, ambientales y de Derechos Humanos, además de la integración intrarregional y la cooperación internacional. No está demás recordar y entender que estos objetivos son cruciales para proteger a todo el planeta, para asegurar la prosperidad universal.
Pese a que, en el mejor de los casos, pueda existir una voluntad promotora de estos fines por parte de Occidente, la ocasión que plantea la política de desarrollo sostenible en África es una oportunidad perfecta para entender que África debe implementar sus propias estrategias, que en muchos casos pueden ser más eficaces y sostenibles en el tiempo. Ahí, al fin y al cabo, el cambio climático está imponiendo su propia e implacable urgencia.
¿Cómo afrontar los cambios y mantener un desarrollo sostenible en África?
Muchos países africanos están adoptando fuentes de energía renovables y sostenibles, en algunos casos más que los propios países occidentales. Uno de ellos es Ruanda, país modélico considerando que tan solo tres décadas después de sufrir una de las más atroces guerras civiles que se recuerdan, se ha convertido en un país al que mira el mundo entero. “Podemos construir un África más verde y más resistente en línea con la Agenda 2063”, ha declarado su presidente Paul Kagame quien, en alusión a la pandemia, ha dicho que “en lugar de ser un revés, la respuesta puede ser un trampolín para recuperar el desarrollo humano”.
Ruanda es un modelo en su estrategia de construir ciudades resilientes con nuevos enfoques de cara a la conservación de ecosistemas y de la promoción de la gestión sostenible de los recursos naturales. Este país, nombrado en todos los informes sobre tecnología en África, trabaja en mejorar los sistemas de pronóstico meteorológico para reducir la vulnerabilidad de los territorios ante los fenómenos meteorológicos extremos causados por el cambio climático, tomando como prioritaria la rehabilitación de ecosistemas y la reducción del uso de carbono.
La importancia de la ciencia
La energía es el denominador común a todos los aspectos del desarrollo en África, y su acceso para todos es indispensable para acelerar la implementación de las Agendas 2030 y 2063. De modo inseparable, la ciencia es el motor del desarrollo africano: resulta clave realzar su papel global promoviendo la cooperación institucional y la constitución de equipos y redes colaborativas académicas y científicas. De la ciencia han de irradiar estrategias múltiples —en servicios sociales y la protección social, creación de empleo y oportunidades de la juventud y las mujeres y niñas de África, en industrialización y adaptación al clima, en digitalización y en prestación de servicios públicos y sanidad— para acelerar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La importancia de las líneas de trabajo sobre el terreno
El firme compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible —en particular con la salud— es el motor de nuestra acción por el bienestar comunitario en África Subsahariana. A ese respecto nos importa estimular la cultura emprendedora en el ámbito de la salud poniendo el foco en soluciones innovadoras para abordar las Enfermedades Tropicales Desatendidas y promover el bienestar en las comunidades afectadas, fortalecer las capacidades empresariales y mejorar la viabilidad de los proyectos locales, generar impacto social duradero y contribuir al desarrollo sostenible, especialmente en el contexto de las ETD. Es clave priorizar el apoyo a proyectos que no solo aborden problemas de salud, sino que también generen oportunidades económicas y mejoren la calidad de vida.
