Salud en Costa de Marfil. Numerosos países africanos cuentan con una historia reciente marcada por la desigualdad, la guerra y el colonialismo. Costa de Marfil no escapa a estas inercias que lastran a África desde hace décadas. Pero no todo son malas noticias.
En Anesvad llegamos a este próspero país del Golfo de Guinea en 1999. Un año en el que se vivía una etapa de progreso y de avance. Cuando entre otras cosas, era el mayor productor de cacao del mundo y contaba con otro gran activo económico: la exportación de café. Desde entonces, Costa de Marfil ha vivido sumida en permanentes conflictos internos.
El último, hace tan sólo dos años, se saldó con un balance muy negativo. Más de un millón de personas abandonaron su hogar y miles resultaron heridas o fallecieron a consecuencia de los combates.
La Salud en Costa de Marfil y las intervenciones de Anesvad
A pesar de estos acontecimientos, hemos seguido trabajando por un acceso equitativo y universal a la salud. Nos hemos centrado, especialmente, en el tratamiento de la úlcera de Buruli. Costa de Marfil es el país más afectado por esta enfermedad, anualmente se detectan 15.000 nuevos casos, y nuestra presencia allí es de vital importancia. El impacto obtenido con nuestras intervenciones está siendo, además, muy satisfactorio.
Una evaluación realizada por la consultora asturiana Eleadesarrollo sobre los 19 proyectos que hemos puesto en marcha en tierra marfileña entre 2005 y 2009, así lo acredita. Según este estudio, el nivel de cumplimiento de nuestros objetivos ha sido muy alto. Además, la calidad de la atención ofrecida en zonas donde la enfermedad es endémica, ha sido muy elevada.
El estudio destaca que nuestros centros ofrecen un tratamiento integral, basado en diagnóstico clínico, tratamiento antibiótico, hospitalización, intervención quirúrgica y quinesoterapia, y que es accesible a todas las personas afectadas.
Asimismo, valora muy positivamente la inclusión del tratamiento ambulatorio, que posibilita la atención sin necesidad de hospitalización, evitando los costes asociados a desplazamientos, manutención y acompañamiento, y evidencia que hay una mejora continua en el proceso de gestión de los proyectos, así como una exitosa y efectiva cooperación con el Programa Nacional de Lucha contra la úlcera de Buruli (PNLUB).