Doctora Josiane Aze Jefa de medicina de la comuna de Zè, Benín

El primer reto al que se enfrenta el centro de salud de Zè es el número de personas que acuden a él. Con la pandemia de COVID-19, el diagnóstico y el tratamiento se realizan en este centro, pero la población es reacia a venir por miedo a dar positivo. Así que este pánico ha reducido el número de personas que acuden al centro y sólo vienen los casos graves.

El otro reto es encontrar las mejores formas de concienciación para inducir un cambio de comportamiento en la población. Hay que visibilizar que las enfermedades existen, porque hay mucho negacionismo y superstición.

La pandemia de COVID-19 es una realidad en la comunidad de Zè. Lamentablemente, aunque se hayan detectado y tratado casos, existe una negación de la enfermedad entre la mayoría de la población. Las pocas personas que creen en ella es porque han sido víctimas de la enfermedad o alguien cercano ha tenido COVID-19. Pese a las campañas impulsadas en la radio, la televisión y la sensibilización masiva, se respetan poco las medidas de barrera, en particular el uso de mascarillas. Las fake news han hecho mucho daño.

El personal de los centros de salud que detecta casos de ETD se movilizó para la respuesta a la COVID-19. Debido a la sobrecarga de trabajo y la falta de personal suficiente, la búsqueda activa de casos de ETD ha disminuido. Además, el hecho de que la población ya no acuda a los centros de salud por enfermedades leves hace que a veces se pasen por alto casos de ETD.

El municipio de Zè cuenta con diez centros de salud. Con el apoyo de organizaciones como Anesvad, todo el personal médico y paramédico de estos diez centros ha recibido formación sobre la detección y el tratamiento de las ETD, así como sobre el procedimiento para remitir los casos graves al centro de Allada.. Periódicamente se organizan sesiones de actualización para ponerlos al día.

Las mujeres de Zè, como todas las que viven en zonas rurales, tienen poco poder adquisitivo y poca capacidad de decisión. Por lo tanto, son víctimas de enfermedades vinculadas a la pobreza, enfermedades vinculadas a la falta de higiene y saneamiento en el entorno. En la comuna de Zè, hemos tenido la suerte de contar con un proyecto WASH, que nos ha permitido disponer de numerosos pozos de sondeo, sensibilizar sobre la higiene y mejorar el saneamiento. También ha permitido formar grupos de mujeres para que aprendan actividades generadoras de ingresos como la fabricación de jabón o la gestión de cosechas y ganado.

Gracias a estas acciones, hoy podemos observar en la comunidad menos defecación al aire libre y un cambio de comportamiento, especialmente en el lavado de manos en las escuelas y los hogares. El agua que consume la población hoy en día procede de una fuente mejorada, lo que ha hecho que disminuya la prevalencia de enfermedades relacionadas con la falta de agua e higiene.